Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo
En el marco de una pobre y deficiente educación básica, media superior y superior que han demostrado en base a varios indicadores su ineficiencia, mismos que han arrojado datos alarmantes que dicen que de cada 100 estudiantes que ingresan a la educación primaria solo 28 llegan a las universidades, se hace necesario tomar medidas urgentes, eficaces y definitivas. Hay una gran discordancia entre la realidad del estudiante y lo que sucede y se dice en un salón de clases. Deserción, reprobación y una pésima eficiencia terminal es lo que campea en el modelo educativo actual. No hay o son paupérrimos los aprendizajes significativos que quedan entre los jóvenes, mismos que se hallan distantes de su contexto social, gustos y preferencias; por lo que el 38% abandona sus estudios con el pretexto de que no les gustó la escuela. Estudios recientes que la SEP realizó para los próximos 15 años, indican que en el futuro, concretamente en el ciclo escolar 2012-13 la tasa de graduación sería de 49.1% por ciento, la cual es menor al promedio en el que se encontraban los países de la OCDE a finales de la década de los años sesenta, esto quiere decir que de seguir así, alcanzará México un retraso educativo de medio siglo con respecto al resto del mundo considerado por esa organización mundial.
Por otro lado existen una gran cantidad de subsistemas, que entre otras cosas no les permite a los jóvenes libertad de movimiento, ya que no se pueden cambiar de escuela, ni hay validación de los estudios cursados de una escuela a otra. Esto hace necesaria la unificación de las instituciones escolares del nivel medio superior, en un solo sistema educativo. Existe además dentro de la problemática un considerable rezago en cobertura.
Los programas de estudio son muy amplios, por lo que la evaluación personalizada y que arroje datos significativos de cada estudiante, no existe; por ello los docentes no pueden detectar en sus alumnos el desarrollo de competencias o habilidades; el modelo actual no es más que pura y llana memorización y la simple repetición de conceptos que poco permanecen en el ánimo del educando. Por ejemplo, su servidor imparte la materia de Literatura, que en un semestre enseña lo realizado en el área por griegos y romanos; como regularmente le doy a estudiantes del turno vespertino, me encuentro con jóvenes que durante el día trabajaron como peones de albañil a 40 grados de temperatura, subiendo costales de cal o cemento, o tareas igual de infames que lo dejan prácticamente en bancarrota física y todavía –pobrecitos—tienen que llegar conmigo a escuchar sobre las 7 tragedias de Esquilo o los mentados versos anacreónticos, que, siendo sinceros, de nada le van a servir para la jornada del día siguiente o para el resto de su vida.
En el pasado se creyó que adiestrar a los estudiantes con la filosofía del enciclopedismo francés, era más que suficiente para garantizarle la entrada al mercado laboral con los conocimientos necesarios para su desarrollo. Hoy con la llegada de las nuevas tecnologías y la evolución propia de los mercados laborales, los jóvenes encuentran pocas posibilidades de conseguir trabajo o tienen que competir en un marco de total inequidad. Por ello se hace indispensable que los programas de estudio cambien sustancialmente, los tiempos del siglo XXI exigen que los muchachos adquieran competencias y habilidades para resolver problemas inmediatos, en un mundo que se recrea cada día.
El sistema de enseñanza actual es obsoleto y caduco, se viene instruyendo a los alumnos con temas que hace décadas se ofertaron, de hecho y vuelvo a ser sincero, los profesores les enseñamos a los alumnos lo que sabemos y no lo requieren para una vida útil.
Hay una notable distancia entre el bachillerato y el medio productivo, una fuerte desvinculación entre la escuela y el área laboral. Por si fuera poco a toda esta problemática hay que sumar la enorme disparidad entre la educación que se da en la Ciudad de México y algunas ciudades o entidades, y la que se ofrece en otros estados del país.
Por todo ello, se ha propuesto la reestructuración de la educación media superior. Como bien dice el Dr. Miguel Szekely, Subsecretario del Nivel Medio Superior de la SEP: “México pasó al siglo XXI, pero la educación se quedó en el siglo XX”.
Por todo lo anterior y muchas cosas más, casi todas negativas en lo que respecta a la educación del bachillerato, que durante décadas no existió para la SEP, pues las preparatorias no estaban contempladas en las políticas educativas del gobierno federal, se hizo necesaria la Reforma Integral de la Educación Media Superior, hoy en marcha y que pretende dotar a los estudiantes de 11 competencias básicas que les sirvan de herramientas para su vida futura, estas son:
1. Se conoce y valora a sí mismo y aborda problemas y retos teniendo en cuenta los objetivos que persigue.
2. Es sensible al arte y participa en la apreciación e interpretación de sus expresiones en distintos géneros.
3. Elige y practica estilos de vida saludables.
4. Escucha, interpreta y emite mensajes pertinentes en distintos contextos mediante la utilización de medios, códigos y herramientas apropiados
5. Desarrolla innovaciones y propone soluciones a problemas a partir de métodos establecidos.
6. Sustenta una postura personal sobre temas de interés y relevancia general, considerando otros puntos de vista de manera crítica y reflexiva.
7. Aprende por iniciativa e interés propio a lo largo de la vida.
8. Participa y colabora de manera efectiva en equipos diversos.
9. Participa con una conciencia cívica y ética en la vida de su comunidad, región, México y el mundo.
10. Mantiene una actitud respetuosa hacia la interculturalidad y la diversidad de creencias, valores, ideas y prácticas sociales.
11. Contribuye al desarrollo sustentable de manera crítica, con acciones responsables.
Por otro lado existen una gran cantidad de subsistemas, que entre otras cosas no les permite a los jóvenes libertad de movimiento, ya que no se pueden cambiar de escuela, ni hay validación de los estudios cursados de una escuela a otra. Esto hace necesaria la unificación de las instituciones escolares del nivel medio superior, en un solo sistema educativo. Existe además dentro de la problemática un considerable rezago en cobertura.
Los programas de estudio son muy amplios, por lo que la evaluación personalizada y que arroje datos significativos de cada estudiante, no existe; por ello los docentes no pueden detectar en sus alumnos el desarrollo de competencias o habilidades; el modelo actual no es más que pura y llana memorización y la simple repetición de conceptos que poco permanecen en el ánimo del educando. Por ejemplo, su servidor imparte la materia de Literatura, que en un semestre enseña lo realizado en el área por griegos y romanos; como regularmente le doy a estudiantes del turno vespertino, me encuentro con jóvenes que durante el día trabajaron como peones de albañil a 40 grados de temperatura, subiendo costales de cal o cemento, o tareas igual de infames que lo dejan prácticamente en bancarrota física y todavía –pobrecitos—tienen que llegar conmigo a escuchar sobre las 7 tragedias de Esquilo o los mentados versos anacreónticos, que, siendo sinceros, de nada le van a servir para la jornada del día siguiente o para el resto de su vida.
En el pasado se creyó que adiestrar a los estudiantes con la filosofía del enciclopedismo francés, era más que suficiente para garantizarle la entrada al mercado laboral con los conocimientos necesarios para su desarrollo. Hoy con la llegada de las nuevas tecnologías y la evolución propia de los mercados laborales, los jóvenes encuentran pocas posibilidades de conseguir trabajo o tienen que competir en un marco de total inequidad. Por ello se hace indispensable que los programas de estudio cambien sustancialmente, los tiempos del siglo XXI exigen que los muchachos adquieran competencias y habilidades para resolver problemas inmediatos, en un mundo que se recrea cada día.
El sistema de enseñanza actual es obsoleto y caduco, se viene instruyendo a los alumnos con temas que hace décadas se ofertaron, de hecho y vuelvo a ser sincero, los profesores les enseñamos a los alumnos lo que sabemos y no lo requieren para una vida útil.
Hay una notable distancia entre el bachillerato y el medio productivo, una fuerte desvinculación entre la escuela y el área laboral. Por si fuera poco a toda esta problemática hay que sumar la enorme disparidad entre la educación que se da en la Ciudad de México y algunas ciudades o entidades, y la que se ofrece en otros estados del país.
Por todo ello, se ha propuesto la reestructuración de la educación media superior. Como bien dice el Dr. Miguel Szekely, Subsecretario del Nivel Medio Superior de la SEP: “México pasó al siglo XXI, pero la educación se quedó en el siglo XX”.
Por todo lo anterior y muchas cosas más, casi todas negativas en lo que respecta a la educación del bachillerato, que durante décadas no existió para la SEP, pues las preparatorias no estaban contempladas en las políticas educativas del gobierno federal, se hizo necesaria la Reforma Integral de la Educación Media Superior, hoy en marcha y que pretende dotar a los estudiantes de 11 competencias básicas que les sirvan de herramientas para su vida futura, estas son:
1. Se conoce y valora a sí mismo y aborda problemas y retos teniendo en cuenta los objetivos que persigue.
2. Es sensible al arte y participa en la apreciación e interpretación de sus expresiones en distintos géneros.
3. Elige y practica estilos de vida saludables.
4. Escucha, interpreta y emite mensajes pertinentes en distintos contextos mediante la utilización de medios, códigos y herramientas apropiados
5. Desarrolla innovaciones y propone soluciones a problemas a partir de métodos establecidos.
6. Sustenta una postura personal sobre temas de interés y relevancia general, considerando otros puntos de vista de manera crítica y reflexiva.
7. Aprende por iniciativa e interés propio a lo largo de la vida.
8. Participa y colabora de manera efectiva en equipos diversos.
9. Participa con una conciencia cívica y ética en la vida de su comunidad, región, México y el mundo.
10. Mantiene una actitud respetuosa hacia la interculturalidad y la diversidad de creencias, valores, ideas y prácticas sociales.
11. Contribuye al desarrollo sustentable de manera crítica, con acciones responsables.
Como se ve, se plantea la posibilidad de un mexicano nuevo con habilidades y competencias que le permitirán hacer frente a un mundo cada vez más complejo, competido, con eventuales y cada vez más recurrentes crisis económicas, políticas, sociales y ahora, con este drama de la influenza, sanitarios.
Por supuesto no solo los alumnos que salen con ese muy interesante perfil de egreso, deben cambiar de actitud, capacitarse y actualizarse, los maestros deben hacerlo también, por ello desde hace unos meses han comenzado a nivel nacional un diplomado sobre competencias docentes en la cual ahora estamos inmersos miles y miles de docentes del nivel medio superior. Sin duda algo bueno debe salir de todo esto, pues en educación, a todos los niveles estamos en la lona. Enhorabuena.
Por supuesto no solo los alumnos que salen con ese muy interesante perfil de egreso, deben cambiar de actitud, capacitarse y actualizarse, los maestros deben hacerlo también, por ello desde hace unos meses han comenzado a nivel nacional un diplomado sobre competencias docentes en la cual ahora estamos inmersos miles y miles de docentes del nivel medio superior. Sin duda algo bueno debe salir de todo esto, pues en educación, a todos los niveles estamos en la lona. Enhorabuena.
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