YA EN OTRAS OCASIONES HEMOS TENIDO AQUÍ EN PUERTA NORTE, LAS DESTACADAS COLABORACIONES DEL BRILLANTE JOVEN JORGE LUIS DE LEÓN RENDÓN. HOY NOS OFRECE SU OPINIÓN SOBRE EL VOTO BLANCO. GRACIAS JOVEN AMIGO.
VOTO NULO, ¿ES DEMOCRÁTICO?
El Diccionario de la Real Academia Española define “democracia” como la doctrina política según la cual la soberanía reside en el pueblo, que ejerce el poder por medio de representantes elegidos por sufragio universal. Este término ha ido desapareciendo en nuestro país y se ha ido convirtiendo en “partidocracia” aludiendo a un estado de “enfermedad” del régimen democrático; concepto que surge en el contexto de la discusión de las relaciones entre sociedad civil y sociedad política y alude a una abusiva apropiación de espacios políticos por parte de los partidos políticos en una determinada sociedad.
Este pequeño preámbulo describe con claridad el papel que el pueblo y los partidos políticos desempeñan en nuestra sociedad y vemos que éste es muy divergente pues mientras el primero trata de ejercer el poder por medio de representantes elegidos por sufragio universal, los segundos abusan de la apropiación de ciertos espacios políticos y alejados de representar a sus gobernados denigran su imagen y violan sus derechos. Si bien, vemos que los papeles desempeñados son discordantes imagine nada más los objetivos que cada uno persigue ¿coincidirán? Seguramente la repuesta inmediata sería ¡no! Y tiene usted razón pues hemos vivido por muchos años la injuria política. Somos una sociedad que vive sedienta de honestidad y justicia ante un gobierno inútil, corrupto y mentiroso. Una sociedad harta de políticos “chafas”, nefastos que más que cumplir al pueblo con sus promesas de campaña se sirven de él para dar gusto a las altas cúpulas partidistas y seguir enriqueciendo bolsillos de jerarcas y secuaces depredadores de la democracia, que con toda su linda boca se ensalzan en ser dignos defensores de las causas perdidas.
Hoy día, vemos políticos e instituciones gubernamentales que pierden su independencia y su autoridad moral, identificándose con una única vía política y con posiciones parciales opinables, acciones tales que desvían sus intereses apartándolos del bien común, de tal manera que: se usan recursos públicos para beneficio propio o cuando éstos son repartidos a la sociedad son usados como “premio” al beneficiario por haber sido instrumento – o comprometerlo a serlo- para hacer llegar al poder a un grupo político, tornando los programas sociales mera política barata y chantajista.
Se dice tener una lucha contra el narcotráfico que sólo ha funcionado para engendrar una ola de violencia y pérdidas humanas al por mayor, acciones que considero vanas, infecundas pues quienes dicen apoyar la propuesta de luchar contra el narco elaboran leyes que lejos de acabar con él, avalan la venta de sus productos; sólo falta que se negocie su registro para comenzar con el pago de impuestos y así ganamos más, ¿qué no?
Y siguiendo con estos entes maravillosos que tenemos que son nuestros diputados y senadores cuyo trabajo es ejercitar al máximo el flexor del dedo índice por lo cual reciben jugosas cantidades de dinero, bonos, guardarropa, celulares, viajes, entre otras como pago a su “excelente” servicio, deberían tocar un poquito el piso y dejar de auto aprobarse lujos y comodidades que cualquier ciudadano mexicano sólo presencia en sus sueños “guajiros”… Por tanto exhorto a estos personajes a que reduzcan su sueldo acorde a la realidad que vive nuestro país, reduzcan la cantidad de miembros en ambas cámaras – diputados y senadores – ya que si hablamos de especies en peligro de extinción serían los últimos en extinguirse, como servidores públicos, trabajadores del estado, tienen por ley seguridad social que los respalda así que ya no paguen de nuestros bolsillos sus pólizas de seguros de gastos mayores privados ¿Qué tal mal andamos en servicios de salud? ¿Qué no han hecho nada para mejorarlos? En fin, tres propuestas fáciles de conceder que hace un humilde ciudadano en nombre de la sociedad, ¿podrán? Yo creo sí, todo está al alcance de su dedo, es cuestión de no dejarse influenciar por sus superiores.
Esta es la situación actual, increíble pero cierta, y así nos piden votar con una gobernabilidad – si así se le puede llamar – con innumerables fallas tangibles y con propuestas que más que tomarlas en serio dan risa: ¿Pena de muerte a secuestradores? ¡Claro! Con la justicia pronta, expedita y sin ningún tinte de corrupción seguramente morirían los verdaderos culpables. Mejor educación, y si no te la garantizamos pagándote clases particulares; mejor amplíen el presupuesto en educación y hagan de la educación pública una institución de calidad. Mejor atención en salud y medicinas, de esto ya mejor ni hablamos. Primero México, primero tú, ¿será? ¿Después de cuántos? Por el bien de todos, ¿de todos? ¿Quiénes son todos? Combate al narcotráfico, ¿aprobando leyes de legalización de sustancias ilícitas “para que la droga no llegue a tus hijos”? Así sí gana la gente, ¿qué ganamos? ¿Lo mismo de siempre?
Las propuestas de nuestros futuros “legisladores”, de aquellos que por ahora sudan la “gota gorda” en campaña esperando las retribuciones que este sudor pueda traerles. Aquellos que nos piden el voto para gozar del paraíso que ofrece el gran sendero de la política. Hombres y mujeres prototipos para la niñez y juventud mexicana que ahora dada la situación del país sólo tiene dos carreras modelo a seguir que le asegurarán el éxito y la vida fácil y vivirá del más débil: ser político o narcotraficante. ¡Gracias señores por este gran ejemplo!
Por todo lo anterior no me resta más que hacer hincapié en que necesitamos un México mejor donde los políticos están siendo un obstáculo para lograrlo, necesitamos candidatos independientes a los que podamos elegir libremente para que nos representen sin que tengan que ser avalados por las corruptas cúpulas políticas.
Te exhorto a que este 5 de Julio acudas a ejercer tu derecho y votes, tomando en cuenta que la anulación del voto (no la boleta en blanco) no se puede considerar como abstencionismo o indiferencia sino que hace referencia a un voto consciente, manifestando un sí explícito a la democracia pero que descalifica un desacuerdo en el régimen político vigente.
Jorge Luis de León Rendón
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