Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo
La deuda que tiene el gobierno de Nayarit, es un golpe severo a una ciudadanía indefensa que hoy se ubica como los desafortunados individuos que se encuentran en medio de una balacera, hoy tan comunes, en las calles ya de cualquier ciudad: a merced de las balas y del destino.
Los pobladores de la zona norte de Nayarit, ahora sumidos en el más pavoroso de los miedos que le ofrece una inseguridad galopante llena de cadáveres, descabezados y “levantados”, voltean a ver a su gobierno en busca de alguna luz salvadora, pero si este en vez de ofrecer felicidad y alegría a sus contribuyentes, también les responde con una balacera infame de impuestos y, una deuda pública que es como degollar a cualquiera.
Se dice que la deuda del Gobierno del Estado de Nayarit en 2011 andará alrededor de los 3 mil millones de pesos, cifra que pasa danzando por nuestros ojos atónitos, que desorbitados por la acción de crimen organizado, viene a ser como una cubetada de agua fría, sobre todo en una sociedad en crisis, como la nuestra, la de los bolsillos vacíos, los anaqueles de los comercios escuálidos, el desempleo que aturde y mata las emociones. Crisis y crimen organizado, triste perspectiva, es como recibir puñetazos por el frente y patadas por detrás.
Se decía hace unos años que Rigoberto Ochoa Zaragoza, había dejado una deuda, vamos a decir, "manejable" de más o menos 60 millones de pesos, el Gobierno que le siguió de Antonio Echevarría saldó, no sin sacrificios, esa deuda, pero desgraciadamente tuvimos la nada agradable visita de aquel famoso huracán Kena, por lo que fue necesario un nuevo endeudamiento para atender los cientos de daños, tanto en zonas rurales, como urbanas, pero aún así, dejando una deuda dócil de más o menos 50 millones de pesos.
Hoy los conocedores hacen un cálculo bastante desalentador, pues opinan que el gobierno estatal que encabeza Ney González Sánchez, tiene una deuda gigantesca de 2 mil millones de pesos, que bien pueden llegar a los 3 mil millones para el siguiente año, y nos desanima pensar que esos enormes recursos son para pagar los altísimos costos de los gastos corrientes de gobierno y promociones de un espacio geográfico bello, interesante, lujoso, como es la Riviera Nayarita, pero muy lejano de los locatarios del mercado Corona de esta ciudad, o de los obreros, oficinistas, taxistas, maestros, estudiantes, comerciantes y burócratas que pueblan Acaponeta, pues nadie de ellos -nosotros-- o muy muy pocos pueden pagar casi 5 mil pesos por noche por una habitación de hotel instalado en nuestra tierra del Pacífico.
De hecho, fíjese amable amigo que me sigue, si la deuda asciende justamente a los 3 mil millones de pesos, cada nayarita tuviéramos que aportar 3 mil 100 pesos por cabeza, chicos y grandes, hombres y mujeres, caballeros y bolitas, para saldarla. ¿Usted se los daría al gobierno estatal para salvar a la patria chica?
No podemos aceptar, como nayaritas, como contribuyentes, como ciudadanos pues, con derechos y muchas obligaciones, que se nos pida más dinero a través de los impuestos y sacrificios, cuando en el gasto corriente del gobierno estatal, hay un enorme dispendio de recursos en imagen y publicidad. Allá anda el ballet Mexcaltitán por la India, gastando el dinero de todos. Hágame el favor.
En verdad que me suena demagógico que, cada vez que hay que hacerle al santurrón, el gobierno estatal tome medidas como reducir el uso de celulares, cuidar la papelería en las oficinas y “den una regañada” a los jefes de departamento por el uso inadecuado de vehículos, como para demostrarle a la ciudadanía que se toman medidas definitivas y --ahora sí-- drásticas contra las erogaciones innecesarias de los gobiernos, lo cierto es que esos son gastos menores y verdades a medias, pues acá en Acaponeta, se ven vehículos oficiales de los cuales hacen mal uso, pues se utilizan para efectos personales. Es común ver carros de determinadas dependencias repartir despensas y apoyos, cosa que no les corresponde, pues algunos grillos no han dejado de estar en campaña política. Ni hablar de los viajes a Europa, Asía y los usos del famoso helicóptero oficial.
Ya es hora que se le den satisfacciones al pueblo y no más apretujones del cinturón. Por ellos somos ya muchos los que estamos en contra del pago del reemplacamiento y la ilegal tenencia.
La deuda que tiene el gobierno de Nayarit, es un golpe severo a una ciudadanía indefensa que hoy se ubica como los desafortunados individuos que se encuentran en medio de una balacera, hoy tan comunes, en las calles ya de cualquier ciudad: a merced de las balas y del destino.
Los pobladores de la zona norte de Nayarit, ahora sumidos en el más pavoroso de los miedos que le ofrece una inseguridad galopante llena de cadáveres, descabezados y “levantados”, voltean a ver a su gobierno en busca de alguna luz salvadora, pero si este en vez de ofrecer felicidad y alegría a sus contribuyentes, también les responde con una balacera infame de impuestos y, una deuda pública que es como degollar a cualquiera.
Se dice que la deuda del Gobierno del Estado de Nayarit en 2011 andará alrededor de los 3 mil millones de pesos, cifra que pasa danzando por nuestros ojos atónitos, que desorbitados por la acción de crimen organizado, viene a ser como una cubetada de agua fría, sobre todo en una sociedad en crisis, como la nuestra, la de los bolsillos vacíos, los anaqueles de los comercios escuálidos, el desempleo que aturde y mata las emociones. Crisis y crimen organizado, triste perspectiva, es como recibir puñetazos por el frente y patadas por detrás.
Se decía hace unos años que Rigoberto Ochoa Zaragoza, había dejado una deuda, vamos a decir, "manejable" de más o menos 60 millones de pesos, el Gobierno que le siguió de Antonio Echevarría saldó, no sin sacrificios, esa deuda, pero desgraciadamente tuvimos la nada agradable visita de aquel famoso huracán Kena, por lo que fue necesario un nuevo endeudamiento para atender los cientos de daños, tanto en zonas rurales, como urbanas, pero aún así, dejando una deuda dócil de más o menos 50 millones de pesos.
Hoy los conocedores hacen un cálculo bastante desalentador, pues opinan que el gobierno estatal que encabeza Ney González Sánchez, tiene una deuda gigantesca de 2 mil millones de pesos, que bien pueden llegar a los 3 mil millones para el siguiente año, y nos desanima pensar que esos enormes recursos son para pagar los altísimos costos de los gastos corrientes de gobierno y promociones de un espacio geográfico bello, interesante, lujoso, como es la Riviera Nayarita, pero muy lejano de los locatarios del mercado Corona de esta ciudad, o de los obreros, oficinistas, taxistas, maestros, estudiantes, comerciantes y burócratas que pueblan Acaponeta, pues nadie de ellos -nosotros-- o muy muy pocos pueden pagar casi 5 mil pesos por noche por una habitación de hotel instalado en nuestra tierra del Pacífico.
De hecho, fíjese amable amigo que me sigue, si la deuda asciende justamente a los 3 mil millones de pesos, cada nayarita tuviéramos que aportar 3 mil 100 pesos por cabeza, chicos y grandes, hombres y mujeres, caballeros y bolitas, para saldarla. ¿Usted se los daría al gobierno estatal para salvar a la patria chica?
No podemos aceptar, como nayaritas, como contribuyentes, como ciudadanos pues, con derechos y muchas obligaciones, que se nos pida más dinero a través de los impuestos y sacrificios, cuando en el gasto corriente del gobierno estatal, hay un enorme dispendio de recursos en imagen y publicidad. Allá anda el ballet Mexcaltitán por la India, gastando el dinero de todos. Hágame el favor.
En verdad que me suena demagógico que, cada vez que hay que hacerle al santurrón, el gobierno estatal tome medidas como reducir el uso de celulares, cuidar la papelería en las oficinas y “den una regañada” a los jefes de departamento por el uso inadecuado de vehículos, como para demostrarle a la ciudadanía que se toman medidas definitivas y --ahora sí-- drásticas contra las erogaciones innecesarias de los gobiernos, lo cierto es que esos son gastos menores y verdades a medias, pues acá en Acaponeta, se ven vehículos oficiales de los cuales hacen mal uso, pues se utilizan para efectos personales. Es común ver carros de determinadas dependencias repartir despensas y apoyos, cosa que no les corresponde, pues algunos grillos no han dejado de estar en campaña política. Ni hablar de los viajes a Europa, Asía y los usos del famoso helicóptero oficial.
Ya es hora que se le den satisfacciones al pueblo y no más apretujones del cinturón. Por ellos somos ya muchos los que estamos en contra del pago del reemplacamiento y la ilegal tenencia.
2 comentarios:
Pues abria que subastar el dichoso helicoptero haber cuantos chelines salen, por que ya en el programa del festejo del bicentenario esta considerada una regatta en la rivera nayarita y adivinen de donde va salir el dinero.... y no creo que vaya a participar al menos una persona de acaponeta en este evento.
Nayarit, el tercer estado más endeudado de México
http://rivieranayaritnuestra.blogspot.com/
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