12 octubre 2009

BREVES PERO SUSTANCIOSAS


Alguien dijo por ahí alguna vez: “La suerte es una flecha lanzada que hace blanco en quien menos lo espera”. Esa flecha la ha lanzado Felipe Calderón, la cual ha pegado milagrosamente en estas tierras del noroeste de México. Un gran desarrollo turístico tiene planeado el mandatario para la zona de Teacapán, en el vecino municipio de Escuinapa. Cualquiera que conozca el lugar, sabe muy bien que está prácticamente pegado a la isla del Novillero, propiedad de Tecuala, la orgullosa y solo separados por una franja de agua, que conocemos como “la barra”. Serán miles de millones de pesos los que lloverán acá para crear un complejo turístico, aún más grande de lo que fue Cancún, según nos dicen.
El escritor Isaac Asimov aseveró: “La suerte favorece sólo a la mente preparada”, así a nosotros la llegada de tanto “progreso” puede ser bueno o malo, si no estamos preparados para ello.
Para empezar, nuestros pueblos de manera directa o indirecta se verán beneficiados, siempre y cuando se actué con inteligencia. Con la llegada del “progreso turístico”, vienen también varios males aparejados: migración de jóvenes para trabajar desde meseros, empleados de hotel, amas de llaves, valet parking, cantineros, lancheros que mueven la panza por un peso y otros oficios, hasta profesionistas en diversos campos que por fuerza ahí se requerirán. No faltarán los narcotraficantes que verán el lugar poblado de gringos, turistas nacionales, población local y flotante, como la gallina de los huevos de oro. Aumentarán hasta las nubes la prostitución, los altos consumos de alcohol, el arribo de los llamados “springbreakers” que no son más que una horda de gringos salvajes y encuerados que llegan a tomarse todo el alcohol de los destinos turísticos, hacer el amor en cualquier rincón, fumar mariguana como locos y arrasar con todo a su paso, lo que no pueden hacer en su tierra. El turismo sexual, los tendremos a la vuelta de la esquina y si no estamos preparados, peligrarán nuestros hijos. Es decir, sí habrá muchas plazas laborales para la juventud de la región, pero también muchas tentaciones y peligros. Sin duda más desplazamiento de personas veremos en el futuro, algo de por sí, ya grave en nuestros municipios, considero que en adelante nos iremos quedando solos.
Contaremos con cientos de empleos y oportunidades, que sin duda es algo que se merecen los nayaritas de la región, ya que habiendo trabajo todo el mundo está contento y seremos pueblos felices, ya que los bolsillos, si no llenos, tendrán algunos billetes extras para darse ciertos lujos y gastos.
Hace un par de días visité las flamantes instalaciones de la llamada Unidad Académica del Norte, el campus norte, como las llamó el Rector Wicab Gutiérrez, las cuales están casi listas para abrir sus puertas de cientos de alumnos deseosos de seguir estudios superiores.
Ahora es cuando esta extensión universitaria nos muestra su mejor cara al preparar muchachos no solo en los conceptos académicos, sino en competencias para la vida diaria, un joven con estudios y con vida universitaria, es más difícil que caiga en las redes de la droga, el narcotráfico, el alcohol, la vida disipada y otros males. Un joven con estudios de nivel superior, tiene otra visión de la vida. Qué bueno que se abran espacios laborales para nuestros hijos, bienvenidos sean y que les brinden áreas de progreso y de oportunidad. Que en el análisis que hagamos de este gigantesco proyecto, sean por mucho mayores las fortalezas y oportunidades y menores las debilidades y amenazas. Es esencial que las autoridades municipales vean la mejor manera de capacitar jóvenes en las áreas de “calidad total”, autoestima, actitud, etc. y temas que los lleven a enfrentar ese supuesto progreso. Si seguimos pensando como rancheritos y pueblerinos, eso seremos para los potenciales visitantes: simpáticas artesanías de dos patas. Si nos preparamos, otro gallo habrá de cantarnos. (PEPE MORALES)

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