LA CEREZA DEL PASTEL Y LA AVENTURA DE JULES

Este es el moderno equipo de riego, alimentado por unos tinacos ubicados a un costado del graderío y, en ocasiones utilizan una pipa que trae el agua del río. Mangueras chicas y grandes atraviesan pista y cancha de fútbol, siendo insuficientes para regar la grama

La grama de la cancha de fútbol luce amarilla por la falta de riego, ya que no se colocó, lo que anunciaron como un moderno sistema hidráulico. En son de mofa, la gente dice que está amarillo, pues es el color oficial de este trienio.

Sin embargo, el pasto que nace del asfalto de la "pista olímpica", luce más verde que el de la cancha

Costales de algo similar a un sello para asfalto y tambos con alguna sustancia llenan buena parte de la Unidad Deportiva
En los misteriosos tambos, a la mano de niños y jóvenes, llevan como advertencia que es mortal para peces y árboles; quizá también para los menores

El contendido de los tambos, también es inflamable.

Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo

En el medio académico, principalmente entre aquellos estudiantes que están haciendo o se hallan en vías de comenzar una tesis de licenciatura o de posgrado, es relativamente conocida la llamada “Aventura de Jules”. Este Jules, era un estudiante aventajado de agricultura biológica y cuando paseaba por los campos que rodeaban su comunidad, se sentía descorazonado al ver el daño tan grande que hacían a las plantas y cultivos los pesticidas, insecticidas y defoliantes, casi no dormía por esa causa. Nació en él la idea de escribir, algo tenía que decir al respecto y pensó que un folleto informativo podría ilustrar a la gente sobre tan graves daños ecológicos. Lo primero que hizo fue pensar en un título para su documento, que atacaría severamente a los “verdugos de la clorofila” como gustaba llamar a los hombres del campo y a todos aquellos que usaban esas sustancias; se abocó a la tarea, pero pasaba los días y las noches pensando en el malhadado título que no le llegaba a la mente. Sus vecinos, amigos y condiscípulos, lo veían cruzar los campos y el pueblo, hablando solo o pensando en voz alta el probable nombre de su escrito, decía: “Contra los verdugos de la tierra”, no, es demasiado violento; “Prolegómenos para una desmitificación de la agricultura de gran rendimiento”, tampoco, es demasiado largo; “Reflexiones sobre el problema agrario”, no, suena muy intelectual; “La voluntad de plantar”, mejor no porque me recuerda a algo… y así seguía el resto del día y los habitantes del lugar y sus compañeros de estudio, escuchaban su ya enfadosa letanía.
Jules llegó a una conclusión: -- “Si no encuentro el título, ¿cómo me va a ir con el resto del escrito?” – Cuando estaba por abandonar la idea, su querida novia Seraphine, le dijo francamente molesta:
--¡No seas tonto Jules! ¿Cómo pretendes nombrar algo que no existe? ¡No encontrarás el título de antemano.
-- Es verdad pensó Jules con alivio, ahora sí tenía derecho a escribir.
Algo similar le ha sucedido al Presidente Municipal Dr. Saulo Alfonso Lora Aguilar, con el tema de la Unidad Deportiva, obra a la que han dado gran difusión, loas y vítores, convirtiéndola en la cereza del pastel que es su administración, ya que han tratado de elevar hasta las nubes, algo que aún no ha sido concluido y menos entregado a la comunidad. Mucho se habló al principio de esta obra: que si sería una obra que por décadas no se hizo, que vendría a elevar la calidad de los jóvenes deportistas, que sería la panacea contra el submundo del narcotráfico y consumo de drogas; que podrían efectuarse ahí competencias atléticas de alto nivel, mejorando por supuesto la infraestructura del lugar, pues se ampliarían las gradas, se dotaría de pasto profesional a la cancha de fútbol, la cual tendrá alumbrado nocturno y un sistema de riego hipermoderno para mantener la grama siempre verde. La gran cosa y que nos dejó boquiabiertos fue el anuncio de la colocación de la pista de tartán. Habría vestidores, espacios para las distintas disciplinas del atletismo como la fosa del salto alto y salto de longitud. En fin, la obra máxima en materia deportiva jamás concebida en el pueblo de Acaponeta y planetas circunvecinos, que vendría a ser la joya de la corona del plan de desarrollo municipal saulista… y, ¡qué maravilla!, esa era solo la primera etapa de un megaproyecto que incluye además un “Mesón de los Deportes”, fusilándose de paso, el nombre del edificio deportivo de la U.A.N.
Como a Jules, que se le fue el tiempo buscando un nombre para su proyecto, al Ayuntamiento de Acaponeta y sus corifeos, se les ha ido medio trienio, cantando odas a una Unidad Deportiva que se ha convertido en un dolor de cabeza para todos, pues la cereza del pastel se hundió por el exceso de betún. La realidad es que, esa obra que debió haberse entregado el 31 de diciembre del 2009, sigue ahí, como el escrito de Jules, esperando un milagro; para desgracia del Dr. Saulo, no aparece en escena una Seraphine, que lo anime y le diga que hacer, levantándole el ánimo y diciéndole la verdad, todo se ha ido en boletines de prensa y más cantos triunfales que han hecho dudar y desconfiar a la población que ya no ve para cuándo se les entregue la Unidad Deportiva; por el contrario, animado por sus colaboradores y “consejeros” entre ellos el titular de Coplademun Ing. Juan Pardo, Saulo Lora citó hace unas semanas a una conferencia de prensa donde en el colmo del optimismo o la concha que da el saberse inmunes y poderosos, anunció la construcción de la segunda etapa de la obra de la Unidad Deportiva, mencionando el famoso “Mesón” y otras acciones.
La realidad es muy diferente y mientras Jules, halló la solución a su “problema”, para el gobierno municipal, ese espacio deportivo se le ha convertido en una papa caliente: el tartán no ha sido colocado y solamente se ven ahora, unos costales con una gravilla del tipo que utilizan como sello de carretera, así como decenas de tambos, rojos y azules, con sustancias de quién sabe qué tipo, con que los niños juegan en las tardes, quizá arriesgando el pellejo, pues en esos contenedores, si bien no traen calaveras de advertencia, si vienen unas calcas advirtiendo que la sustancia –Oxidrot—es combustible y mata peces y árboles, lo que indica que no es agua bendita. Por otro lado, el único pasto verde que se ve en la Unidad es el que ha crecido en la pista, hoy asfaltada, pues la cancha de fútbol, está a tono con el color oficial del trienio, amarilla, amarilla, dejando en claro que el multicitado sistema de riego fue una vacilada nada más, pues apenas se riega a diario con mangueras que salen de un tinaco ubicado a un costado del graderío o bien por trabajadores de obras públicas, que van con una pipa y una larga y pesada manguera a regar la grama, siendo necesaria la participación de hasta seis personas.
Respecto a la pista sin tartán, todo parece indicar que es un desastre, para empezar no hay tartán y trascendió que las medidas de la misma no cotejan con las que exigen las autoridades de atletismo, al grado tal que los instructores de esa disciplina, mandaron al diablo a las autoridades municipales por lo pésimo de la obra y hasta por el peligro que entraña el hecho de que los postes del alumbrado están a la orilla de los carriles exteriores, corriéndose el riesgo de que algún competidor tropiece en su carrera y vaya a estrellar la cabeza contra la estructura de fierro con fatales resultados; hoy entrenan por su lado, en condiciones nada adecuadas ahí mismo en la misma Unidad Deportiva, pero en un espacio donde los jóvenes atletas corren el riesgo de lesiones. Entrenan a la buena de Dios y con buenos resultados, pues sabemos que el fin de semana obtuvieron un gran triunfo con un corredor acaponetense que al parecer logró en los cien metros planos, un tiempo tan bajo que mereció un record; me dicen que es muy posible que lo lleven al mundial de atletismo de Alemania en fecha próxima, lo cual es una lástima que el deporte se encuentre parado por el incumplimiento del contratista y la falta de decisión gubernamental para exigir se les entregue ¡ya! la obra tasada en 11 millones 12 mil 497 pesos, de los cuales 10 millones 23 mil 229 pesos son aportación federal y el resto, 989 mil 268, del municipio. Lo mismo ha sucedido con los futbolistas, que han parado la actividad pues la cancha sigue esperando el “milagro verde”.
Como todo lo que no queda claro y a satisfacción del contribuyente, se producen las “leyendas urbanas”, que como cualquier fábula, tienen un fondo de verdad o un origen real y comienzan a correr por las calles, las más disparatadas versiones: que el precio de la obra fue inflado y no cuesta eso; que debido a los “compromisos” con los contratistas –por cierto un tema muy oscuro, pues nunca explican las licitaciones públicas--, no los sancionan y el tiempo sigue transcurriendo, pues es sabido que tiene ese defecto, no para nunca y hasta el día de hoy lleva 151 días de retraso. Sería muy bueno que los mismos que aplauden, desde dentro del Palacio Municipal una obra “patito”, con el mismo entusiasmo y miel sobre hojuelas, dieran una satisfacción a la ciudadanía explicando quién, cómo, cuándo y bajo qué condiciones se hizo la licitación y, si se les está sancionando. Mientras eso no se haga, seguirá la población especulando y dejando mal parado al primer edil.