Sabemos perfectamente, que año tras año es un problema para la autoridad municipal, para los comerciantes y el para el pueblo en general, la llegada del comercio ambulante y los juegos mecánicos. Primero es el problema de la ubicación, al no existir un predio donde ubicar a unos y otros, se buscan alternativas que no perjudiquen a las mayorías, pero siempre habrá alguien que sufre este mal. Recuérdese cuando los ambulantes foráneos eran instalados en las calles Matamoros, Puebla y Juárez, los vecinos ponían el grito en el cielo porque les impedían meter sus automóviles a las respectivas cocheras y luego, hay que decirlo como es, la gente que viene de fuera a vender sus productos, no siempre es la más educada del mundo y provocan toda suerte de daños y problemas con los que tienen la desgracia de convivir con esas personas, que por otro lado solo buscan ganarse el pan honradamente. Ahí defecan, orinan, duermen, tiene su música y gritos a todo volumen, cocinan y supongo que hasta se reproducen.
En años anteriores fueron ubicados los comerciantes en las calles Allende, entre México y Veracruz; y la Matamoros entre Veracruz y Oaxaca, todo en el centro del pueblo a unos pasos del mercado municipal. Está comprobado que ahí en esos lugares no causan tanto daño. Incluso en el pasado, los comerciantes establecidos del centro llegaron a la conclusión de que eran un mal necesario, pues en el año que los echaron fuera del pueblo, allá por el boulevard, las ventas bajaron significativamente. Hace falta hacer estudios serios sobre el tema y que se pongan de acuerdo, pues otros los deploran.
Cada año, en el centro de la ciudad, un conocido comerciante propietario de una farmacia, para más señas, el amigo Gustavo Ramón Quintero Alduenda, instala en la calle Matamoros, un monumental juego de luces y figuras y que todas las noches atrae a decenas de niños que van acompañados de sus padres a ver el espectáculo. Esta exhibición, le cuesta a nuestro amigo un dinero que con gusto pone de su bolsillo, por el simple gusto de entrar a las navidades con el espíritu que se requiere, además de que su familia encabezada por Don Gustavo Quintero Díaz y Yola Alduenda de Quintero, hace algunas décadas, montaba los nacimientos más notables y grandes que se recuerden.
Con la llegada de los ambulantes en épocas decembrinas, con sus lonas, mantas y trapos sucios y percudidos con que cubren sus improvisados negocios, tapan las mencionadas luces, los muñecos que bailan y hablan, los simpáticos santacloses uy en general toda aquella ornamentación que le da un toque especial a las noche navideñas de Acaponeta.
Por otro lado, ya lo hemos comentado en este espacio, los juegos mecánicos se han instalado también en la Unidad Deportiva, que por supuesto causa el disgusto de los deportistas, porque es el mismo problema, mucha basura, mugre y malos hábitos. Sin embargo, es necesario ver que el espacio ofrece mucha seguridad para los niños que quedan constreñidos al espacio perimetral bardeado, así nadie se pierde, ni se corren riesgos, como aquel cuando se ubicaron a la orilla del boulevard, con mucho peligro por autos y camiones que por ahí circulan. A pesar de ello a nadie gustó que se llenara de carros, tendidos y juegos, la cancha de beisbol que con mucho cariño y dedicación cuida el gran promotor deportivo Ramón Benítez López, que con tristeza ve como su "diamante" queda devastado. Es importante y justo dar espacios a los comerciantes foráneos que tienen un trabajo digno y solo buscan como todos nosotros, un aguinaldo justo y mejores condiciones de vida para sus familias; pero también es lógico que lo poco bueno que tenemos en la ciudad, no se destruya o eche a perder. Será este siempre un tema polémico donde todos tienen la razón y siempre habrá perjudicados, aunque se instalen en la punta del cerro del Cacahuatal. (PEPE MORALES)
En años anteriores fueron ubicados los comerciantes en las calles Allende, entre México y Veracruz; y la Matamoros entre Veracruz y Oaxaca, todo en el centro del pueblo a unos pasos del mercado municipal. Está comprobado que ahí en esos lugares no causan tanto daño. Incluso en el pasado, los comerciantes establecidos del centro llegaron a la conclusión de que eran un mal necesario, pues en el año que los echaron fuera del pueblo, allá por el boulevard, las ventas bajaron significativamente. Hace falta hacer estudios serios sobre el tema y que se pongan de acuerdo, pues otros los deploran.
Cada año, en el centro de la ciudad, un conocido comerciante propietario de una farmacia, para más señas, el amigo Gustavo Ramón Quintero Alduenda, instala en la calle Matamoros, un monumental juego de luces y figuras y que todas las noches atrae a decenas de niños que van acompañados de sus padres a ver el espectáculo. Esta exhibición, le cuesta a nuestro amigo un dinero que con gusto pone de su bolsillo, por el simple gusto de entrar a las navidades con el espíritu que se requiere, además de que su familia encabezada por Don Gustavo Quintero Díaz y Yola Alduenda de Quintero, hace algunas décadas, montaba los nacimientos más notables y grandes que se recuerden.
Con la llegada de los ambulantes en épocas decembrinas, con sus lonas, mantas y trapos sucios y percudidos con que cubren sus improvisados negocios, tapan las mencionadas luces, los muñecos que bailan y hablan, los simpáticos santacloses uy en general toda aquella ornamentación que le da un toque especial a las noche navideñas de Acaponeta.
Por otro lado, ya lo hemos comentado en este espacio, los juegos mecánicos se han instalado también en la Unidad Deportiva, que por supuesto causa el disgusto de los deportistas, porque es el mismo problema, mucha basura, mugre y malos hábitos. Sin embargo, es necesario ver que el espacio ofrece mucha seguridad para los niños que quedan constreñidos al espacio perimetral bardeado, así nadie se pierde, ni se corren riesgos, como aquel cuando se ubicaron a la orilla del boulevard, con mucho peligro por autos y camiones que por ahí circulan. A pesar de ello a nadie gustó que se llenara de carros, tendidos y juegos, la cancha de beisbol que con mucho cariño y dedicación cuida el gran promotor deportivo Ramón Benítez López, que con tristeza ve como su "diamante" queda devastado. Es importante y justo dar espacios a los comerciantes foráneos que tienen un trabajo digno y solo buscan como todos nosotros, un aguinaldo justo y mejores condiciones de vida para sus familias; pero también es lógico que lo poco bueno que tenemos en la ciudad, no se destruya o eche a perder. Será este siempre un tema polémico donde todos tienen la razón y siempre habrá perjudicados, aunque se instalen en la punta del cerro del Cacahuatal. (PEPE MORALES)
1 comentario:
Recuerdo ese hermoso nacimiento que se montaba en casa de la familia Quintero Alduenda y el cual tuve oportunidad de apreciar invitado por la maestra Mercedes Quintero Alduenda cuando curse la primaria en la escuel Miguel Hidalgo y costilla, ella era nuestra maestra de Educación artistica, creo que por eso el Dr. Gustavo disfruta de adornar su casa, espero esta navidad poder estar en Acaponeta y poder llevar a mi pequeño hijo: Angel a disfrutar este espectaculo que ofrece en forma desinteresada el doctor Quintero al cual le mando un afectuoso saludo desde guadalajara de parte del químico como siempre me ha dicho desde mi niñez (y hoy lo soy) por mi señor padre el químico Ventura.
Q.F.B. Efraín Gónzalez M.
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