* Aparecen entre los matorrales para auxiliar al inmigrante...
¡¡¡SON LOS ANGELES DE LA FRONTERA !!!
Por Juan J. Gaspar G.
La difícil travesía que emprendimos alguna vez, para llegar a este gran país, pudo haberse tornado mas dramática y quizá hasta sangrienta, de no ser porque la divina protección de Dios, la bendición de nuestros seres queridos, la inteligente conducción de los caminadores-coyotes-, el arrojo que salió del miedo y las ganas de triunfar, además de la suerte y los descuidos de la Border Patrol, se conjugaron a un tiempo, para sacar adelante nuestra peligrosa aventura, burlando esos métodos cada vez más sofisticados que el gobierno de los EEUU impone, para frenar la inmigracion ilegal desde la frontera Sur a este inmenso territorio...
Como quiera que haya sido, disfrazados de viejitas protestantes, de empleados de algun grupillo musical, usando visas de turistas, encajuelados, o de plano, pegando tremendas carreras por el cerro, nosotros, como quién dice, ya la libramos... dejamos atrás los acosos y extorsiones de la policía mexicana, atrás dejamos al barrio de la "Cahuila" y sus gediondos hoteles que nos albergaron por días o semanas enteras antes de enfilar aquella dura y peligrosa caminata, por El Hongo y El Cajón. Lejos se quedaron esas horrendas veredas, llenas de abrojos, espinas y animales ponzoñosos, horribles despeñaderos que nos llenaron de espanto, pero que al final de cuentas se quedaron alla inmóviles como filosos amontonamientos de piedra, en los macizos de La Rumorosa.
Quiero, sin embargo, amigos, referirme a un hecho verdaderamente conmovedor que a diario hace sufrir, que hace llorar y enluta a decenas de hogares en los distintos pueblos de latinoamérica, desde el Río Bravo hasta La Patagonia. La angustiante tragedia de aquellos hermanos que no pudieron llegar a su añorado destino. Se me parte el corazón el mencionarlo, pero así es, mis amigos. Miles de personas han muerto en su arriesgado transitar por la Frontera Norte de México... muchas más que los muertos en las franjas de Gaza y Cisjordania, muchas veces más que en el tristemente recordado Muro de Berlin.
Preocupados por las continuas noticias acerca de la muerte o desaparición de personas en los cerros de Tijuana y Mexicali, Enrique Morones y su familia, junto con vecinos y compañeros de la Universidad de San Diego, CA., decidieron entregarse a una noble causa en favor de nuestros hermanos inmigrantes, formando la agrupacion Border's Angeles, Ángeles de la Frontera. Desde 1986 a la fecha, Ángeles de la Frontera, una Organizacion Non-profit, ha desarrollado una intensa labor humanitaria.
Sus diversos contingentes de voluntarios se organizan, para salir en auxilio de personas que han sido reportadas como desaparecidas. "De verdad, nos duele ver la angustia, el dolor y la desesperación de esa pobre gente que no ha podido recibir a sus familiares, y luego de la incertidumbre y la aflicción, esa terrible noticia...", hace una pausa la Sra. Morones, Esposa del destacado líder hispano "¿...luego, ya que se puede hacer ?" Así es como entre sus múltiples acciones, las continuas incursiones por los enmarañados cerros fronterizos, los llevan a dejar galones de agua en las veredas, organizar las famosas "Water-stations", dejar paquetes de comida y medicinas, auxiliar a pequeñas caravanas de gente, localizar personas extraviadas, auxiliar heridos o en el extremo del dolor, rescatar los restos mortales de aquellos infortunados que murieron accidentalmente, por hambre, frío o deshidratación. ¡Esos nobles samaritanos ocupan por su abnegada intervención un merecido lugar en la historia!
En su ardua labor, Ángeles de la Frontera se han ganado la simpatía y el respaldo moral de miles de personas, y el reconocimiento público de organismos internacionales, como Amnistía Internacional, Médicos sin Fronteras, estímulos diversos de la ACNUR y el Premio Nacional de los Derechos Humanos en Mexico.
No obstante ese gran cúmulo de apreciaciones que tanto motivan a su gente, nada hace mella en la gran condición de humildad, integridad y generosidad que muestra el Sr. Enrique Morones, fundador y líder de la agrupación. Aun cuando los ataques y la crítica de los MINUTEMAN, se dejan venir a torrenciales, Morones y su pequeño ejército de salvación continúan con su importante misión.
Desde mi modesta pagina del Facebook, quiero agradecer de todo corazón la desinteresada ayuda que Morones y su corte angelical estan brindando al inmigrante latinoamericano. Yo, personalmente, jamás olvidaré que, en mi última travesía por esas veredas de la muerte, casi a punto de desfallecer, con la boca y la garganta resecas, caí casi desmayado abajo de un pequeño arbusto, luego voltee y milagrosamente vi tres galones llenos de agua, de los cuales tome uno, para llegar airoso hasta el Freeway 8. Hoy me doy cuenta, que esos Ángeles de la Frontera me salvaron la vida...
¡¡¡SON LOS ANGELES DE LA FRONTERA !!!
Por Juan J. Gaspar G.
La difícil travesía que emprendimos alguna vez, para llegar a este gran país, pudo haberse tornado mas dramática y quizá hasta sangrienta, de no ser porque la divina protección de Dios, la bendición de nuestros seres queridos, la inteligente conducción de los caminadores-coyotes-, el arrojo que salió del miedo y las ganas de triunfar, además de la suerte y los descuidos de la Border Patrol, se conjugaron a un tiempo, para sacar adelante nuestra peligrosa aventura, burlando esos métodos cada vez más sofisticados que el gobierno de los EEUU impone, para frenar la inmigracion ilegal desde la frontera Sur a este inmenso territorio...
Como quiera que haya sido, disfrazados de viejitas protestantes, de empleados de algun grupillo musical, usando visas de turistas, encajuelados, o de plano, pegando tremendas carreras por el cerro, nosotros, como quién dice, ya la libramos... dejamos atrás los acosos y extorsiones de la policía mexicana, atrás dejamos al barrio de la "Cahuila" y sus gediondos hoteles que nos albergaron por días o semanas enteras antes de enfilar aquella dura y peligrosa caminata, por El Hongo y El Cajón. Lejos se quedaron esas horrendas veredas, llenas de abrojos, espinas y animales ponzoñosos, horribles despeñaderos que nos llenaron de espanto, pero que al final de cuentas se quedaron alla inmóviles como filosos amontonamientos de piedra, en los macizos de La Rumorosa.
Quiero, sin embargo, amigos, referirme a un hecho verdaderamente conmovedor que a diario hace sufrir, que hace llorar y enluta a decenas de hogares en los distintos pueblos de latinoamérica, desde el Río Bravo hasta La Patagonia. La angustiante tragedia de aquellos hermanos que no pudieron llegar a su añorado destino. Se me parte el corazón el mencionarlo, pero así es, mis amigos. Miles de personas han muerto en su arriesgado transitar por la Frontera Norte de México... muchas más que los muertos en las franjas de Gaza y Cisjordania, muchas veces más que en el tristemente recordado Muro de Berlin.
Preocupados por las continuas noticias acerca de la muerte o desaparición de personas en los cerros de Tijuana y Mexicali, Enrique Morones y su familia, junto con vecinos y compañeros de la Universidad de San Diego, CA., decidieron entregarse a una noble causa en favor de nuestros hermanos inmigrantes, formando la agrupacion Border's Angeles, Ángeles de la Frontera. Desde 1986 a la fecha, Ángeles de la Frontera, una Organizacion Non-profit, ha desarrollado una intensa labor humanitaria.
Sus diversos contingentes de voluntarios se organizan, para salir en auxilio de personas que han sido reportadas como desaparecidas. "De verdad, nos duele ver la angustia, el dolor y la desesperación de esa pobre gente que no ha podido recibir a sus familiares, y luego de la incertidumbre y la aflicción, esa terrible noticia...", hace una pausa la Sra. Morones, Esposa del destacado líder hispano "¿...luego, ya que se puede hacer ?" Así es como entre sus múltiples acciones, las continuas incursiones por los enmarañados cerros fronterizos, los llevan a dejar galones de agua en las veredas, organizar las famosas "Water-stations", dejar paquetes de comida y medicinas, auxiliar a pequeñas caravanas de gente, localizar personas extraviadas, auxiliar heridos o en el extremo del dolor, rescatar los restos mortales de aquellos infortunados que murieron accidentalmente, por hambre, frío o deshidratación. ¡Esos nobles samaritanos ocupan por su abnegada intervención un merecido lugar en la historia!
En su ardua labor, Ángeles de la Frontera se han ganado la simpatía y el respaldo moral de miles de personas, y el reconocimiento público de organismos internacionales, como Amnistía Internacional, Médicos sin Fronteras, estímulos diversos de la ACNUR y el Premio Nacional de los Derechos Humanos en Mexico.
No obstante ese gran cúmulo de apreciaciones que tanto motivan a su gente, nada hace mella en la gran condición de humildad, integridad y generosidad que muestra el Sr. Enrique Morones, fundador y líder de la agrupación. Aun cuando los ataques y la crítica de los MINUTEMAN, se dejan venir a torrenciales, Morones y su pequeño ejército de salvación continúan con su importante misión.
Desde mi modesta pagina del Facebook, quiero agradecer de todo corazón la desinteresada ayuda que Morones y su corte angelical estan brindando al inmigrante latinoamericano. Yo, personalmente, jamás olvidaré que, en mi última travesía por esas veredas de la muerte, casi a punto de desfallecer, con la boca y la garganta resecas, caí casi desmayado abajo de un pequeño arbusto, luego voltee y milagrosamente vi tres galones llenos de agua, de los cuales tome uno, para llegar airoso hasta el Freeway 8. Hoy me doy cuenta, que esos Ángeles de la Frontera me salvaron la vida...
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