CABILDEANDO

Por Daniel Sergio Osuna Domínguez

Muy buenos días tengan todos ustedes estimados lectores.

La madrugada del sábado 7 del presente, a la 1:00 a.m. mientras la mayoría de los acaponetenses dormíamos, la tragedia se presentaba en el río Acaponeta, a la altura del puente bajo de la carretera internacional.

Un automóvil Mazda, modelo 93, color arena, tripulado por Paul Pacheco Mijangos, y como acompañante llevaba a la señora Marcela Mijangos Hernández, intentó cruzar por dicho puente cuando de repente se le dejó venir el agua parándose el automóvil al instante, bajándose Paul a pedir auxilio a unos traileros que venían detrás, para que le ayudaran a bajar a su madre; los traileros lo auxiliaron y mientras hacían esto, la corriente se intensificó y arrastró el vehículo puente abajo. El vehículo fue sacado con una grúa especial en el transcurso de la mañana de éste sábado.

Me pregunto yo, ¿quién será el responsable de pagar los daños ocasionados por tan lamentable accidente? ¿Dónde estaban los encargados de la obra? ¿Dónde estaba Protección Civil para notificar que el río de Acaponeta traía niveles que sobrepasarían el puente bajo de la carretera internacional? Si sabían que los niveles del río Acaponeta podían subir, ¿porqué no se notificó a la SCT para que utilizaran el puente alto de la carretera internacional?

Este tipo de negligencias que atentan contra la vida de los que hacemos uso de las carreteras es algo reprobable y deben ser castigados los responsables, que al parecer es la Constructora Tepic, porque mientras una familia por poco y no la contaba, tal parece que nadie resguardaba el dichoso puente bajo.

Mientras todo esto sucedía, las familias que viven a un lado del bordo ni cuenta se dieron que los niveles del río Acaponeta estaban subiendo, bendito malecón que ha sido la obra cumbre de todos los gobiernos, ojalá y el ayuntamiento actual se ponga las pilas y construyera la segunda etapa para darle más seguridad a los habitantes de Acaponeta.

Porque hay que reconocer que un acierto tremendo el que realizó Efraín Arellano para gestionar esta tan importante obra, en la cual se gastaron aproximadamente 20 millones de pesos, mientras que en la unidad deportiva se gastaron más de 11 millones, yo preferiría mil veces que se hubiera realizado la segunda etapa del malecón y no los trabajos de la unidad la cual los deportistas tenemos casi un año sin utilizar.

Muchas gracias, hasta la próxima y que Dios los bendiga.