21 septiembre 2009

CRÍTICA DE LA RAZÓN CÍNICA


UN LECTOR DE PUERTA NORTE, NOS ENVÍA ESTE DOCUMENTO QUE LE RESPONDE A CARLOS ALAZRAKI, SOBRE SU APRECIACIÓN DE LOS DOCENTES. POR LO INTERESANTE, AQUÍ LA PUBLICAMOS, OJALA LOS PROFESORES EXTERNEN SUS COMENTARIOS O CUALQUIERA QUE QUIERE EXPRESAR ALGÚN CONCEPTO.


En defensa del maestro
Respuesta a la insultante carta de Carlos Alazraki


“Para ayudar a que la realidad cambie, hay que empezar por verla”. Eduardo Galeano

Por Rael Salvador

Estimado Carlos Alazraki, si pudiste escribir tu “Carta dirigida al 60% de los aspirantes a maestros reprobados” es gracias a que un maestro te enseñó, entre tantas otras cosas útiles, a escribir -- y mira, que debo corregirte algunas faltas ortográficas --, y si puedes leer esto, es gracias a que un maestro toma en cuenta tus opiniones y, para precisarlas, te ofrece respuesta.
La respuesta la centro, por supuesto, en defensa del Maestro, que no del magisterio. Ya lo mencionabas tú, se necesita mucha obscena neutralidad para soportar un presente donde los maestros se encuentran, no sólo reprobados -- que no me trago del todo tu “campaña”, visita las aulas donde trabajamos y te darás cuenta que gracias a nuestra ardua labor el país no está más jodido --, sino liderados por el infortunio de una mancuerna política: Elba Esther Gordillo y el Presidente de la República, nada menos.
“Generalizar es la manera más fácil de caer en el error”, solía repetir Albert Camus, y en tu Carta abierta son muchas las imprecisiones, nacidas de la generalidad, que te sirven para publicitar el fracaso de la Educación en México.
Crees que declarar algo inadecuado sobre los maestros te confiere algún poder sobre ellos: el de criticarlos, humillarlos, menospreciarlos, llamarlos peyorativamente fracasados, desvergonzados y burros (no olvides que sólo un asno puede reconocer a otro asno) y, sobre todo, hacerlos responsables no sólo de su insolvencia intelectual sino también de la corrupción policíaca, lo incompetentes que son los deportistas mexicanos en las Olimpiadas, de la delincuencia y la drogadicción juvenil, sin dejar de lado a los salvajes neuróticos que manejan de forma homicida en el D.F.
Se te olvida que tú, Carlos Alazraki, Publicista de profesión -- donde el diseño es el ingenio al servicio del engaño --, abonaste el panorama de mentiras para que México fuese construido de esta manera, deleznable y falaz.
Si no recuerdo mal, es tuya la campaña que encubrió la cuartearduras del sexenio de Zedillo, ofreciendo la cantaleta de “Bienestar para tu familia”.
Si mal no recuerdo, es tuyo el eslogan de la campaña “Dale un Madrazo al dedazo”, además de intentar hacer “creíble” la imagen de Roberto Madrazo para las elecciones presidenciales de 2006 (Cuidado: eso te vincula con la “corrupción” que dices criticar).Y, contra viento y marea, mantienes la imagen de Sanborns Telmex, por no hablar de lo bien que te salen los comerciales de Cerveza, en la empresa Televisa, a la que tu basura publicitaria ayuda a mantener.
Eres, quieras o no, uno de los 300 líderes más influyentes en México, incluido el “Chapo” Guzmán, el Sr. Slim, el Futbol, la Virgen de Guadalupe y el Chapulín Colorado.
Soy solidario contigo: “Y todo porque no hay buena educación”.
No me hagas la faena del desconocimiento, no seas cabrón, si bien sabes lo que sucede con el examen de las plazas para maestros: ¡Si no existe techo financiero para pagar a todos, cómo diablos los van a pasar!
Y sucede lo mismo en Carrera magisterial, que más que buscar la prosperidad intelectual del maestro (no se te olvide que “Intelectual” significa leer, prepararse, informarse para amanecer menos idiota al día siguiente) es sólo un candado de selectividad económica.
No la juegues de ingenuo y moralista, Carlos Alazraki, que tú también cobras por encubrir y callar esta realidad; la muestra es tu Carta abierta, como rana en clase…
Conozco tu política audiovisual… Y si eres un Zorro de última generación, por lo menos busca la coherencia de tu profesión con los principios que rezan tus “Cartas” (como la que también mandaste a Calderón).
Mira, la Política plantea un bienestar, pero pocas veces es entendido como un proceso educativo de transformación social.
Las convicciones particulares, a través del “espíritu” de un partido, la prensa, la Televisión o los programas escolares, no se erigen en una obligación general o ciudadana.
La Educación no está para sustituir a la Política, así como la Política no puede tomar el lugar de la sabiduría.
El saber se finca en el conocimiento, mas su proceder es su Política: su capacidad de obrar, y no su simple espiritualidad demagógica.
Por eso no basta con “ir o no” a las urnas (¿no estás tú en el equipo que publicita a Peña Nieto a la Presidencia?), “ir o no” a la escuela, así como no es suficiente saber pensar para conocer (la Política), ni conocer para saber pensar (la Educación).
No soy profeta, pero si coincidimos que Política (ya que le apuestas más al PRI) es todo aquello que concierne a la vida de la Ciudad (polis), entenderemos -- por la evidencia que a simple vista nos ofrece la realidad -- lo poco loable de la “política” y la “Educación” en el lugar donde convivimos.
Entonces ve pensando -- antes de escribir “burradas”-- en lo que vamos a hacer, juntos o separados, para que esta pinche realidad cambie.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Saben amables lectores quienes son los profesores y profesoras de México??
1, Los y las hijas de los que no pueden pagar otra carrera.
2. Estos candidatos a maestros y los que están en funciones, no han tenido las mejores oportunidades en su vida: ni cultural, ni economica, ni siquiera emocionalmente.
3. Muchos de ellos, aspirantes fracasados a otras carreras, son "profes, aunque sea....""
4. Lo peor: heredan la plaza de sus padres........sin una pizca de vocación......

En contraparte:
1. Que ha hecho el sistema para elegir a LOS MEJORES para entregarles lo mas preciado que tenemos: NUESTROS HIJOS.
2. Que ha hecho la sociedad para reconocer la labor de los docentes, que EDUCAN A NUESTROS HIJOS??
Señores: seamos congruentes y apliquemonos como sociedad y exigirle al gobierno.