28 septiembre 2010

PERIÓDICO POBRE, PERIODISTA RICO: LEY MITRE


 Por: Juan Manuel Estarrón

El maestro, filósofo y periodista JUAN JOSÉ LEY MITRE vivió y murió para el periodismo hasta el último segundo de su existencia hacia la mañana del lunes 20 de septiembre en que simplemente se nos adelantó en la marcha; hombre de vasta cultura sin mucha presunción nos decía que la masonería era la síntesis de todo el conocimiento del universo y fueron varias las ocasiones que me hacía la misma invitación a unirme a ese gran movimiento cultural y político, por alguna razón siempre pospuse mi ingreso.
    Pero sí abracé con pasión de juventud la causa de El Vocero del Norte ya en su segunda época, periódico provinciano de este norte que fuera combativo en el esplendor del floresmuñocismo y que por aquellos tiempos datan los primeros brotes de rebeldía hacia un cacicazgo que posteriormente se concretarían en la palabra escrita de los profesores Ley Mitre y Manuel Navarrete Saavedra (MANASA).
    En cada aniversario de El Vocero del Norte -20 de noviembre- su Director presumía orgulloso que el semanario sobrevivía con penurias económicas sistemáticas aunque sobraban colaboraciones de columnistas y reporteros, en ese sentido se consideraba rico sintiéndose apoyado altruistamente por maestros como Enrique Figueroa Romero, Candelario González Mancillas, Benjamín Cervantes Castañeda, Florencio Rentería Partida.
    Cuando llegaban tiempos de “vacas flacas” el Vocero también encogía hasta el tamaño doble carta, ello ocurría cuando el presidente municipal de Tecuala en turno se engorilaba o el gobernador también se molestaba por algún señalamiento o crítica y suspendían pagos de publicidad y el periódico navegaba casi a la deriva con la pura publicidad comercial que nunca fue generosa.
    Recordar aquellos años de heroísmo periodístico es también repasar a vuela pluma personajes que destacaron en la vida social, cultural, política, deportiva y el arte; aquí mencionamos el caso de un destacado artista de la plástica nayarita al que El Vocero del Norte concedió la primera entrevista, maestro Vladimir Cora en abril de 1983.
    Eran también días difíciles para el artista acaponetense que fue a radicarse en la vecina Tecuala por el rumbo del barrio El Tacote, allí entre caballetes y muebles de una vivienda alquilada transcurrió una amplia entrevista que resultó más bien un reproche hacia Rosalío Bueno, presidente municipal y al gobierno del estado por el nulo apoyo que le escatimaron: “…espero que no se vuelva a cruzar en mi camino” se quejaba Cora del licenciado Juan Alonso Romero -entonces Secretario General del gobierno de Emilio M. González- quien no le cumplió con la promoción prometida para su obra y al último lo dejó vestido y alborotado.
    Por cierto que este trabajo salió en dos ediciones debido al poco espacio que disponíamos, pero mi primer maestro de periodismo sacrificaba a veces parte del suyo que era “Voces Políticas” -el platillo fuerte del periódico- para incluir los nuestros y nadie quedara pendiente “para la próxima semana”; así era el maestro Ley Mitre, quien también escogía la mejor colaboración a guisa de editorial que en tiempos modernos cayó en desuso.
    De sus 81 años de fructífera existencia, el catedrático de Español –y no de Civismo, como erróneamente sitúan a Ley Mitre- medio siglo sostuvo un semanario en el que nos forjamos sosteniendo una misma línea de conducta periodística respetando reglas no escritas: jamás pusimos precio a un párrafo porque se entendía que el compromiso está con nuestras causas que son las mismas que mueven a la sociedad demandante.
    Por eso al marchar tras del ataúd aquella tarde del día 21 me preguntaba si aquella cantidad de amigas y amigos los movía acaso la fama de un hombre que acumuló poder político y dinero o era el fenómeno clásico del hijo predilecto del pueblo al que sirvió desinteresadamente pensando sólo en su granito de arena que tiempo atrás aportó con la creación de una escuela secundaria y poner los cimientos firmes para una escuela preparatoria.
    Con la partida física de Juan José Ley Mitre muere una buena parte de la conciencia de un periodismo de vanguardia del que muchos políticos nayaritas están muy al pendiente, como quedó demostrado en los actos fúnebres con el desfile de funcionarios públicos de todos los niveles hasta el más modesto habitante de las barriadas de donde venía también este gran hombre.

2 comentarios:

Doogie (Juan José Ley) dijo...

Gracias por sus comentarios.
Juan José Ley Mitre por siempre.

Anónimo dijo...

Tuve la gran fortuna de ser alumna del profesor Ley en la preparatoria No. 4. Pude nutrirme no sólo de su basta cultura, sino de su amor y respeto a la Patria.
Creo que más que profesor era un MAESTRO no sólo de las aulas, sino de vida.
Que lástima que nunca pude decirle cuan importante fue en mi formación profesional...valga ahora la oportunidad para hacerlo.
Gracias Maestro Ley, que Atenea y Minerva lo acompañen a la posteridad.