02 octubre 2010

NARRACIONES LOCALES DEL 2 DE OCTUBRE


La buena amiga Blanca León, tuvo una magnífica idea que llevó a cabo en su portal de Facebook, convocó a quien quisiera a hacer un breve recuerdo de los hechos del 2 de octubre, aquello que perdudara en la memoria de la gente, aún sin haber estado ahí. La convocatoria de Blanca decía así:

"TE INVITO A NARRAR EN TU MURO, TU EXPERIENCIA EN EL MOVIMIENTO DEL '68. HOY TIENES EL ESPACIO Y LA LIBERTAD, LA VENTANA A MÉXICO Y AL MUNDO PARA CONTARLA. LA JUVENTUD TIENE LA OPORTUNIDAD DE PRIMERA MANO, DE SABER NUESTRAS HISTORIAS"

 Entre las respuestas que llegaron, tomamos estas, esperando les resulten interesantes:


NARRACIÓN DEL PROF. JUAN MANUEL ESTARRON ARAMBULA.

El 2 de octubre de 1968 me encontraba aislado en la comunidad de Quimichis laborando como maestro y la única comunicación con el exterior era por agua debido a la gran inundación de ese año ...provocada por el río Acaponeta. Recuerdo todo el personal docente habíamos suspendido clases para auxiliar a la población en el reparto de víveres y agua que llegaban en helicópteros para cientos de damnificados; cuando recibimos la noticia de la represión estudiantil a través de la radio -único medio de comunicación electrónica- mís compañeros normalistas y yo creímos que era una de tantas, porque inclusive no se hablaba de asesinados pero al paso de las horas y los días íbamos conociendo la magnitud de los acontecimientos y la primera reacción era comentarlos en las aulas de la escuela primaria y la secundaria que funcionaba por cooperación. Después algunos comenzamos a participar en protestas al lado de cientos de jóvenes estudiantes y profesionistas formados en las únicas escuelas de nivel superior aquí en el estado: Escuela Normal Urbana de Tepic, Escuela Normal Rural de Jalisco y la Escuela Normal Superior de Nayarit. Hoy a 42 años de aquel baño de sangre todavía el 2 de Octubre no se olvida.




NARRACIÓN DE J. ISABEL CAMPOS:
Yo estaba en la primaria, en Huajicori, Nayarit, por ese entonces hubo una creciente grande del Rio Acaponeta, que inundó los poblados desde Acaponeta hasta Tecuala, fue la más grande que recordábamos en esas fechas, asi que no supimos lo qué pasaban en el centro del pais sobre el movimiento. Yo empecé a conocer del tema hasta cuando entré a la Secundaria, por comentarios de algunos maestros que eran de izquieda; luego ya en la Prepa leí algunos libros que me gustaron mucho, como "Los Dias y los Años", "La Noche de Tlatelolco", "Porque no Dijiste Todo", algunas cronicas de José Revueltas; después conocí a algunos actores del Movimiento como Raúl Álvarez Garín, Heberto Castillo, Javier González Garca, El Pino, Rosalío Wences Reza y tuve oportunidad de escuchar sus relatos y reflexiones; me parece que es un importante acontecimiento de nuestra historia que debemos analizar y valorar para retomar las experiencias de dicho movimiento.

NARRACION DE JORGE LUIS POSADAS GARCÍA.

...y el 68 no es nada, el 2 de octubre, inicia el 26 de julio con la feroz represión por parte de granaderos y soldados hacia estudiantes que se refugian en la prepa 1 UNAM que en esa época estaba en San Ildefonso, en el meritito corazón del centro de la Cd. de México. Histórico por repugnante y lamentable el bazukazo disparado por el ejército hacia el portón de esa prepa, portón legendario y joya histórica, atrás del cual una veintena de estudiantes se refugiaban y trataban de detener la entrada de los soldados a la prepa...ya sabrán el saldo trágico... La manipulación de la información ha sido parte medular de la corrupción gubernamental desdendenantes'n...y el 3 de octubre de 1968, en el encabezado principal del periódico 'Excelsior' se leía mas o menos esto: "...agreden al ejército en Tlatelolco, 20 muertos, 12 de ellos soldados..."
La gota que derramó el vaso; la credibilidad en la pren$a y en general todos los medios masivos de comunicación está bajo cero; comparsa de las mentiras oficiales, Díaz Ordaz se encumbraba como genocida #1 con su lacayo Luis Echeverría...


NARRACION DE PEPE MORALES SANCHEZ HIDALGO.

Yo vivía en el Estado de México, en la zona conurbada con el Distrito Federal, tenía a la sazón 10 años y estaba en la primaria. No me involucré --por la edad-- en el movimiento e incluso, el Gobierno nos hizo creer a toda la población --máxime a un mocoso de 10 años-- que los estudiantes eran los malos. Un día incluso, se corrió el rumor de que los estudiantes --como si fueran monstruos de la peor ralea-- iban a ir a la escuela; las autoridades escolares --debo decir que era una primaria particular-- entraron en pánico y casi suspendieron las clases. A nadie se le ocurrió pensar que los jóvenes del movimiento nada tenían que ir a hacer al Estado de México.
En otra ocasión, iba con mi madre, en auto a no recuerdo qué lugar, ya en la Ciudad de México. Al torcer en una avenida, vimos una gigantesca marcha, que nos impidió seguir nuestro camino. Fue el momento que más cerca estuve del movimiento, no solo estudiantil que se dio, sino del pueblo que poco a poco se fue uniendo.
Recuerdo también a una maestra, que nos contó en clase, que ella había estado en la tristemente célebre Noche de Tlalteloco. No supo bien a bien que sucedió, se veía confundida y solo nos explicó que al llegar a su casa notó que su sueter, en una manga, estaba lleno de sangre, que no era de ella. Esos son mis recuerdos de los cocolazos del 68.

COMENTARIO DE MARCELINO AGUILAR.

Cómo están, les envío un cordial saludo, también les comento que no soy yo quien está pidiendo que se comente sobre el 2 de octubre, a mi también me llegó un correo de Blanca León, pidiendome eso. El 2 de Octubre yo estaba en la Escuela Secundaria Nocturna en Acaponeta Nayarit, hasta ahí llegó mi amigo Hengeliberto Galaviz acompañado del Enrique Díaz Michel a pedir cooperación porque lo estaba protegiendo contra las represalias de las autoridades, Enrique era el Representante por la Facultad de Medicina ante el Comité Nacional de Huelga, yo era el Secretario General de los estudiantes, participe en reuniones en Monterrey y Tepic, sobre el tema del estudiantado, finalmente no me volvieron a invitar.

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