16 junio 2010

EJERCICIO EN CINQUE TERRE




RELATORÍA DE UNA ACAPONETENSE EN EUROPA, LIC. ROCÍO LÓPEZ MEDINA

Tras la lectura del escrito de nuestro amigo Algarín, sobre los legisladores que han aprobado la "ley contra la obesidad" no podía parar de reír, la peculiar forma de sus redacciones, por lo menos a mí, siempre me arrancan unas sonrisas o en el peor de los casos estridentes carcajadas.
Pues bien, este fin de semana para ser precisos, domingo 6 del presente junio, me lancé a un paseo por uno de los lugares más hermosos de la "Liguria": Cinque Terre (cinco tierras), para hacer un poco de ejercicio tras el cual terminé “muerta”… este es un paseo por cinco pueblitos con una caminata de 10 kilómetros por veredas empinadas a lo largo de la montaña, las vistas son espectaculares, pero el esfuerzo es tal que las calorías solo de ver el camino salen corriendo del cuerpo.
Así que me imaginé a nuestros dirigentes subiendo y bajando a pie la sierra de Nayarit y no ya en sus espectaculares caravanas para ir a solicitar el voto, sería una medida ideal, hacer ejercicio tras el ejemplo de nuestros dirigentes y verles sudar literalmente "la gota gorda", pero como no quiero entrar en temas que no me corresponden, dejando a voces autorizadas para ello como la del amigo Algarín, me limito entonces a compartir lo que vi durante este fin de semana.
Inicio por contar que se denomina Cinque Terre a una porción de costa formada por cinco pueblos en la Provincia de la Spezia, bañada por el Mar de Liguria en Liguria (Italia).
Cinque Terre abarca desde Punta Mesco hasta Punta di Montenero, y comprende los pueblos de Monterosso, Vernazza, Corniglia, Manarola y Riomaggiore.
Esta región, gracias a sus características geográficas, constituye uno de los principales atractivos de la riviera liguria. Su origen es un contexto orográfico muy particular, que da origen a un paisaje montañoso constituido por distintos estratos o "terrazas" que descienden hacia el mar con una fuerte pendiente.
Durante el trayecto de cinco horas aproximadamente, caminando, el sudor en mi espalda y la estrecha vereda a mi frente, y con un cansancio parecido a la primera vez que fui a Huajicori a pie, tenía aun fuerza para preguntarme algunas cosas, por ejemplo; ¿quién fue el inteligente que se le ocurrió semejante "paseíto"? ¿Por qué surgió esta idea? ¿para que servía este caminito? a lo que me surge una primera hipótesis proveniente del hecho de reflexionar a partir de observar los cinco pueblitos.
Estos pueblitos son originariamente de pescadores y agricultores, estos señores, vencieron las limitantes del terreno en el que les tocó vivir, mediante la frase que mi padre siempre me repetía "¡La mente humana no tiene límites!", y es cierto, estos campesinos lo demostraron, con la técnica agrícola de "terraza en declive" para aprovechar al máximo el terreno en montaña y continuar con sus cultivos, esta particular forma de intervenir en la naturaleza, dejó como consecuencia las veredas que comunican un pueblo con el otro y que ahora es un patrimonio de la humanidad declarado en 1997 por la UNESCO.
Me llamó mucho la atención que la forma de estos pueblitos es en esencia la riqueza que ahora se intenta por todos los medios mantener; los calzones pendiendo de la ventana, las calles pequeñas con los gatos afuera de las puertas, las paredes descarapeladas, las calles accidentadas y la apacibilidad de un rancho, es lo que resulta el mayor atractivo, para un número de personas que viven en el ajetreo de las ciudades.
Algunos articulistas de la "Harvard business Review" sostienen que la potencia comercial de los próximos 10 años será el turismo y recomendaban que se cuide al máximo lo natural, lo tranquilo, lo afable, pues dentro de un mundo globalizado sumergido dentro de la vorágine que implica la modernización, un respiro de aire fresco será lo mejor pagado.
Por tanto considero que voltear a nuestro alrededor es una ocasión estupenda para darnos cuenta que tenemos infinidad de elementos, que otros codician y que podemos ofrecer, por ejemplo: el Centenario es un paseo que en lo personal pienso, se disfrutaría muchísimo, las tinajas, o mejor conocido como el Cuamecate (no sé si así se escribe), el agua caliente, San Dieguito de Arriba y de Abajo y todos nuestras comunidades que aun conservan la magia de lo apacible, sólo cabría preguntarse ¿qué tenemos nosotros?
Ahora pienso, en la encuesta hecha en Puerta Norte, sobre si continuamos siendo el mismo rancho que hace tanto, creo que la pregunta puede enriquecerse si reflexionamos, no ya y no tanto en sí Acaponeta sigue siendo un rancho, sino más bien, ¿si hemos evolucionado en lo que pensamos?, dice un señor muy famoso dentro del mundo de los analíticos, "el límite de mi lenguaje es el límite de mi mundo" (Wittgenstein) ¿Qué tan limitados estamos aún en Acaponeta?.
Todo esto me lleva a un aprendizaje, sobre la importancia de revisar los pensamientos pues estos modelan las actitudes, y son las actitudes las que condicionan las acciones, como en el caso de los campesinos de la zona Ligure; creo que en un primer momento no se imaginaron hace tantos años, que la forma en la que labrarían la tierra sería la causa de que ahora fuesen uno de los atractivos mundiales.
Pienso entonces en un pasaje doloroso de la historia de nuestro pueblo, y creo que en aquel momento no se dimensionaron las consecuencias de pobreza cultural y, por qué no económica, tras la acción de demolición de nuestra plaza municipal, uno de los pocos patrimonios históricos.
Definitivamente que todo lo que hacemos ahora impacta en el futuro, nuestra acción viene modelada por nuestra actitud y nuestra actitud se desprende de nuestro pensamiento, ya lo decía el profesor Nambo en la UAN "donde está tu pensamiento está tu vida".

¡Y tú ¿qué estas pensando?!

Rocío del Carmen López Medina
Di. Gi. Ta.
7 de junio de 2010
Génova Italia

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