La tiendita que se otorga como premio a los amigos de la autoridad en turno.En el trienio de Santos Díaz Mendoza, se construyó la cancha de fútbol rápido que la fecha ha venido funcionando y generando sin duda alguna cosas buenas, pero también algunos vicios que deben erradicarse, uno de ellos es la generación de recursos que este inmueble deportivo ingresa al Ayuntamiento.
Al decir de algunos deportistas y promotores del deporte, el dinero de las entradas debiera ser manejado por un patronato de indiscutible calidad moral y probada honestidad en beneficio de la actividad física, que durante todo el año sufre los embates de una crisis permanente en materia de apoyos. Se erogan anualmente miles de pesos en concepto de traslados y viáticos de los jóvenes que han destacado en algunas disciplinas o bien, equipos escolares o seleccionados que deben competir fuera del municipio. Hacen falta apoyos para uniformes y material deportivo que incluye balones, redes, discos, balas, garrochas, jabalinas, conos, papelería, credenciales, etc. El caso es que muchas veces, los promotores del deporte o los maestros de educación cívica, se acercan a la presidencia por apoyos o gestiones y se regresan con las manos vacías. En la cancha de fútbol rápido de la Unidad Deportiva cobran al ingreso la cantidad de entre uno y dos pesos por persona, mismos que de manera irregular ingresa a la tesorería, pues se ha visto que, sin dar boletos --las más de las veces-- simplemente recogen la cuota en un botecito, que nadie de manera oficial controla o administra. Muchas veces incluso de registran llenos y ese entonces es un dinero que quién sabe a que lo destinen. Proponen estos promotores que se conforme un patronato ciudadano, con la supervisión y vigilancia de la autoridad municipal y esos dineros se destinen a los propias necesidades del deporte, que no son pocas.
La tiendita de la cancha también debe servir para el mismo fin, hoy por hoy, esta queda a cargo de alguien que se portado bien con la autoridad, fue promotor en campaña y como premio se les da la "concesión", por llamarla de algún modo. Es necesario decir que estos "concesionarios" no hacejn como las escuelas que dejan --a manera de renta--alguna ganancia al plantel; acá el ganador de lleva todo para su casa y al deporte le toca puro 10 de mayo. Estas dos practicas echan por tierra la tan cacareada transparencia de la presidencia municipal y el deporte no obtiene más que lo mismo de siempre: carencias, negativas en las gestiones, canchas descuidadas, poco equipo deportivo, etc., etc., etc.
El director del deporte, Lic. Pedro Iván Beltrán Díaz y el regidor de cultura y deporte, Antonio Coronado de León, deben ver qué está sucediendo en este rubro, pues el tema les pasa de noche y no se ven políticas deportivas definidas, ni proyectos viables; si los hay, no los han dado a conocer y, la difusión de estos temas, es otra falla también del Ayuntamiento.
Siempre los deportistas y las mismas autoridades municipales deportivas buscan la mejor manera de hacerse de recursos, esta, la de la cancha de fútbol rápida, es una buena opción que se diluye en la nada y a los ojos del pueblo, hay malos manejos y peor administración. La idea del patronato no debe echarse en saco roto y se debe escuchar la voz del pueblo y de los que saben del pueblo, que no debe decepcionarse de los que deben dirigir los destinos del deporte en Acaponeta. Que se informe al respecto, se diseñe un modelo de admistración y que la tiendita se concesiones como hacen las escuelas bajo una licitación pública a quién demuestre que puede sostener una buena tienda que genere una renta digna donde todos ganen, ambas partes y principalmente el pueblo de Acaponeta.
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