03 junio 2009

¿Y EL DENGUE, APÁ?


Todas las precauciones que se tomen para combatir la aparición y prevalencia de la enfermedad tropical llamada dengue y que es común en el Estado de Nayarit, resultarán insuficientes e inútiles, si no se tiene cuidado con los depósitos de agua que favorecen la reproducción y creciemiento del molesto mosquito Aedes aegypti, transmisor del virus. Hay un número mayor de casos de dengue, tanto en la modalidad clásica como en la hemorrágica, en comparación del año del 2008, por lo que en todas partes deben tomarse acciones preventivas para poder combatir con efectividad el mal. En Acaponeta, si bien han llevado a cabo tareas de descacharrización y los monitores de la Secretaría de Salud han venido colocando abate larvicida en tinacos y depósitos de agua, en ratos se encuentran cosas negativas como la fuente del malecón, misma que nunca ha funcionado como tal y que se ha convertido en un criadero de zancudos y lama pestilente. Es necesario que vacien la pila o bien que apliquen abate, o en el mejor de los casos, la pongan a funcionar como lo que es, una fuente con agua corriente.
Nayarit se encuentra en el ojo del huracán por estar rodeado de estados vecinos como son Sinaloa, Jalisco, Michoacán, Colima, quienes tienen mayor incidencia en casos de Dengue. Por ello para evitar que el mosquito se reproduzca hay varias actividades básicas: Eliminar todos los criaderos que no son útiles: latas, botellas, trastos viejos, llantas inservibles entre otros, aplicar larvicida (abate) en los depósitos permanentes como tinacos, cisternas, piletas, tambos; medios de control físicos: peceras, floreros, botellas útiles, cambiar el agua cada 3 a 5 días, fumigación con insecticidas, que se realiza en forma masiva y en raras ocasiones llega a Acaponeta.

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