13 julio 2010

COALICIONES GANADORAS HACIA LA RUTA 2011-2012


Por: Juan Manuel Estarrón

Los priistas no daban un cacahuate por las alianzas del PAN, PRD, PT y Convergencia pues se juntaban los antagónicos de derecha e izquierda, nada más y nada menos que “el agua con el aceite” traicionando las ideologías; y se decían cosas peores augurando toda suerte de fracasos porque los electores jamás perdonarían la unión entre el bien y el mal, inclusive llegaron a comparar esas alianzas con los matrimonios gays.
Pero qué creen: se equivocaron en toda la línea porque en contra de todos los pronósticos se mantuvieron bien cohesionadas las seis alianzas formales de los estados de Oaxaca, Chiapas, Puebla, Sinaloa, Hidalgo y Durango ganándose las tres gubernaturas más emblemáticas; pero en esta última entidad el narco determinó que debería seguir gobernando el PRI o al menos esa es la creencia de los duranguenses y los líderes de oposición que documentaron una serie de robo de urnas perfectamente seleccionadas, como también ocurrió en Veracruz pues el “nuevo PRI” tomó en serio el carro completo.
Esas son las dos novedades más importantes en las elecciones del 2010: alianzas ganadoras y la intervención directa de grupos armados en Durango para hacer triunfar a Jorge Herrera Caldera como nuevo gobernador priista; por esta nueva forma de hacer política es que ya están agarrados del moco duranguenses y veracruzanos en un pleito poselectoral.
Independientemente del desenlace de estas dos elecciones cerradas y en conflicto, queda para el análisis el referente de que no hay gobernadores imbatibles –políticamente hablando- así cuenten con todos los recursos logísticos y económicos, además demuestren fortalezas que les permitan avasallar con todos los poderes del estado como lo presumían Ulises Ruíz, Mario Marín y Jesús Aguilar Padilla, aún mandarines o virreyes de Oaxaca, Puebla y Sinaloa respectivamente.
Aunque en política nada es permanente ni para siempre –los mismos resultados lo gritan- la nueva experiencia de conformar bloques más amplios ofrecen un poco más de certidumbre porque en un descuido terminamos eligiendo gobernadores, diputados, presidentes municipales y hasta regidores por mayoría simple y legitimados, contrariamente a los tradicionales funcionarios de “un tercio” o menos cuando se dispersa la votación y todavía más grave cuando nos gana el abstencionismo.
Para ponerlo en el contexto de hace una semana, ahora tenemos gobernadores de diferente filiación que llegaron más fuertes por una mayor participación ciudadana –donde no tronaron los R-15, y con una mayor concentración de votos por elecciones polarizadas; mucho nos tememos que la tendencia será esta de aquí al 2012, exceptuando la elección presidencial.
Al externar los dirigentes nacionales del PAN y PRD que repetirán la experiencia en 2011 en Michoacán, Estado de México, Guerrero, Nayarit y Baja California Sur es porque el Sol Azteca no quiere otra sorpresa como Zacatecas ya que arriesgará tres estados el año entrante; será también que la próxima ruta es más atractiva porque incluye la guarida del tigre no tan cebado como el de Oaxaca y por lo mismo, más difícil y escurridizo: ese es Enrique Peña Nieto, el candidato de Salinas de Gortari y del cártel “Atracomulco”.
Otra verdad inocultable es que en estados donde formaron coaliciones limitadas a los tres partidos que conforman el DIA –Quintana Roo, Tlaxcala y Veracruz- ciertamente hubo avances en la izquierda pero se perdieron las gubernaturas; ya no digamos aquellos en que cada partido jaló por su lado como Zacatecas, Chihuahua, Tamaulipas y Aguascalientes los resultados fueron más holgados para la coalición de enfrente PRI-PVEM.
Entonces queda demasiado claro que las coaliciones PAN, PRD, PT y PC deberán ser totales en 2011 debido a que no hay nada seguro para el Sol azteca en Guerrero, Michoacán y BCS; pero con mayor razón se impone ir en esa misma estrategia al Estado de México y Nayarit con candidatas o candidatos con buen perfil.
El Diálogo por la Reconstrucción de México que lidera Manuel Camacho Solís tendrá qué priorizar el volverse competitivo en 2012 por sobre mantener la pureza ideológica que, para los fines electorales y prácticos, se vuelve un estorbo; las consecuencias las sigue padeciendo su creador Andrés Manuel López Obrador quien pretende blindar a la izquierda y el resultado es que al mismo tiempo se aísla de los electores.
En Nayarit y Edomex se jugará el todo por el todo donde el Partido del Trabajo tendrá que sumarse como en Oaxaca con los candidatos(as) que determinen las coaliciones, si es que verdaderamente quieren ganar y llegar fortalecidos y competitivos al 2012 formando un triángulo equilátero entre PRI-PAN-PRD, más o menos en 33 % de preferencias electorales cada uno.
Porque sería la única estrategia viable para detener el paso de un “nuevo PRI” que está dispuesto a todo, incluido el contrato de los cárteles para llegar a Los Pinos. ¿O por qué creen ustedes que los estados priistas no combaten en serio –ni en broma- al crimen organizado? Primero quieren que se “queme” el gobierno federal y cunda el terror entre la población. ¿Me estás oyendo Lulú?

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