19 julio 2010

FERIA DE SIMULACIONES Y VANIDADES


Por: Juan Manuel Estarrón

El virrey alista maletas nuevamente para volar con un nutrido séquito de turistas a celebrar la Feria Anual de Nayarit en California justo cuando la inseguridad nos mantiene secuestrados y la crisis económica aconseja gastar en lo más indispensable porque sospechamos que el nuevo chiste saldrá como el caldo y las albóndigas, aunque nos diga lo contrario la Subsecretaria de Gobierno en el Estado, Patricia Sánchez con sus cuentas alegres y por adelantado de hasta triplicar las ganancias.
Por esta irresponsabilidad en sus declaraciones –estilo aprendido de sus jefes- la funcionaria trata de burlarse de los contribuyentes queriendo justificar los gastos millonarios que costará la próxima aventura turística, pero quien debió brincar al ruedo a recibir las cornadas era el Secretario de Turismo que esta vez se esconde detrás de unas faldas.
Con la primera feria en 2006 medio nos convencieron pero en este quinto año probablemente la opinión pública se muestre más crítica por los nuevos problemas que no permiten un margen de maniobra ni al gobierno estatal como tampoco a las administraciones municipales para mover contingentes que se trasladen a montar sus stand, incluidos los funcionarios que van sólo de paseo con gastos pagados porque ni modo de que sacrifiquen sus sueldos.
Y no es que se quiera criticar por sistema porque al gobierno del Estado –sobre todo- le urge publicitar una imagen diferente en el extranjero de la que pinta de cuerpo completo la inseguridad en destinos turísticos como Tepic y La Riviera; esta debe ser la mayor preocupación del Ejecutivo estatal, cuando las estadísticas de inversiones y visitas ya son alarmantes.
Porque según la estrecha visión nuestra –si se quiere, antes que nos diga ignorantes- no es tanto el Programa 3x1 que al final de cuentas su rendimiento es relativamente insignificante aunque nos asegure la funcionaria que pueden triplicarse las ganancias; el fondo de todo es el revuelo, el mitote en el exterior de que “estamos en paz y trabajando” y todo lo demás son rumores.
Así las cosas, los ayuntamientos que pasan penurias económicas y que son todos, debieran valorar libremente su participación o una posible cancelación por falta de condiciones; sobre todo los ocho municipios gobernados por la oposición y tratados con rasero diferente, que conocen el camino que conduce donde se gestionan presupuestos extraordinarios.
Para eso no ocupan tanto circo, maroma y teatro; no necesitan llevar hasta el perico para gestionar recursos etiquetados a obra pública tan sólo basta acreditar solvencia moral y actuar fuera de calendario electoral, quizá ya lo acordaron en la mini cumbre de Jala los presidentes municipales panistas y perredistas con el diputado Guadalupe Acosta Naranjo.
Creo que no son momentos para distraerse en agendas frívolas cuando en casa las cosas andan muy revueltas y la prioridad es poner orden porque el crimen organizado y el menos organizado –que impacta por igual- ya nos rebasaron como sociedad y como gobierno; organizar un nuevo tours a estas alturas sería una provocación a los ciudadanos que esperamos –todavía- madurez, cordura y decisión ante un PROBLEMA DE INSEGURIDAD QUE SÍ EXISTE.
Nuestros familiares y paisanos allende la frontera sí entienden que hay esta situación de emergencia y sabrán disculparnos, pero sobre todo harán siempre gustosos y generosos la parte que les toca en este compromiso recíproco para seguir ayudando a sus pueblos de origen; continuarán privándose de algunos satisfactores sin exigir siquiera cuentas claras a nuestros gobernantes aún cuando saben que hay un gobierno estatal súper endeudado y proclive al despilfarro.
No queda tiempo ni espacio para la simulación de una descontrolada escalada del crimen organizado cuyo ejecutómetro registra al día de hoy –lunes 19- 160 ejecutados en casi siete meses del 2010; menos para los municipios marginados y abandonados a la buena de dios que no cuentan para hacerle frente a nada y tampoco ocupan decretar austeridad en sus administraciones porque ya les viene por decreto “divino”, como son Acaponeta, Tecuala, Huajicori y Rosamorada.
Para mala fortuna son los municipios con mayor problema de población migrante que sobreviven con las pocas divisas que reciben sus familias; en ellos es donde debieran echarse andar programas más serios para auxiliar al migrante cuando es deportado y llega a su comunidad en peores condiciones que cuando partió en busca de un sueño que se volvió pesadilla.
Nuestros gobiernos municipales no pueden seguir de cómplices de esa simulación que han dado en llamar “apertura de Nayarit al mercado más grande del mundo” ¿Qué nuevos productos llevarían estos municipios para colocarlos en los aparadores estadounidenses? No nos engañemos, fuera de nuestras tradiciones folclóricas y la muy rica gastronomía no hay nada más allá.
¿Qué paquetes turísticos podrían ir a ofertar los presidentes municipales Héctor Gómez Gurrola, Román Villela, Alberto Parra Grave y Dr. Saulo Alfonso Lora Aguilar? Es triste decirlo pero en infraestructura turística andamos cercanos a cero; por lo tanto que vayan los municipios que sí pueden y tienen qué ofertar, pero en el último de los casos –ya por un capricho o por lealtad al virrey- que vayan todos nada más que no toquen el presupuesto y que viva la diversión.

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