Ya ha venido insistiendo PUERTA NORTE sobre la urgente necesidad de reformar la vialidad de las calles del centro de Acaponeta, principalmente el área alrededor del Mercado “Ramón Corona”. Hemos mencionado insistentemente que se hace urgente cambiar las rutas de los camiones, microbuses y colectivos que van parando –sin orden, ni concierto—en esquinas y bocacalles de esas céntricas arterias. Del tramo que corre de la calle Hidalgo a la calle Corona, es decir, apenas cuatro cuadras, en ocasiones los conductores de los vehículos hacen entre 20 y 30 minutos de tiempo, lo cual es exagerado y penoso. Sabemos que mucho de este problema radica en el cierre temporal de ciertas calles por arreglos en el empedrado. Sin embargo, aún si no fuera por eso, el conflicto es merecedor de ser atendido por la autoridad municipal, la delegación de tránsito, la misma ciudadanía y, por supuesto, los comerciantes.
En esta temporada navideña que ya está encima, las cosas se pondrán peores, primero por la llegada de decenas de vehículos que traen a nuestros paisanos y amigos, que aumentará significativamente, aunque sea por unos días el parque vehicular de la ciudad; y segundo por el cierre por más de 15 días de las calles Allende y Matamoros –la primera, de manera especial pues es salida de los carros que vienen de la plaza y del sector oriente de la ciudad--. De hecho, me atrevería a proponer que durante toda la temporada navideña, si no este año porque ya no hay tiempo, sí de los siguientes, que todo el centro de la ciudad, entendido este como los alrededores del mercado “Corona” y las calles México y Veracruz, permanezcan cerradas de las calles Hidalgo a la Matamoros o Corona, haciendo un eficiente estudio de vialidad que luego de entrado el mes de enero pudieran continuarse los cambios por el resto del año. De esta manera, los comerciantes tendrían toda la temporada de fiestas de navidad, fin de año y reyes, con sus productos en las banquetas y arroyos vehiculares en bien organizados tianguis y atractivas acciones comerciales. Cuidando que se permita el paso a los proveedores y promoviendo o concesionando algunos espacios o predios para estacionamientos públicos, como los que ya se ven en Acaponeta.
Considerar también los cambios de circulación de algunas calles o de plano reestructurar todo el sistema vial de la ciudad y si este no existe crear uno que evite las aglomeraciones y embotellamientos que ya se ven y todos sufrimos.
No estaría de más pedir el consenso de la población, que finalmente es la que hace los cambios. Mandar a los transportes públicos por vías alternas de las calles México y Veracruz, sobre todo ahora que ya las calles Puebla y Oaxaca están rehabilitadas. Fomentar el programa “uno y uno” en las esquinas y colocar señalamientos para algunas calles como la Jalisco, que ya arreglada es una buena opción para funcionar como “libramiento” que evite el mercado “Ramón Corona” y saque de la ciudad los autos que van a Huajicori o a la zona poblacional que esté después de la vía del ferrocarril. Que de alguna manera la autoridad municipal y transito del Estado, regulen la carga y descarga de productos en el mercado, los cuales ahora son un desorden que provocan caos vial.
Las reformas y los cambios siempre nos atemorizan, pero ahora no hay mayor terror que meterse al mercado, donde otro de los grandes problemas es hallar espacios para estacionar los autos. Meditemos sobre ello, vale la pena.
En esta temporada navideña que ya está encima, las cosas se pondrán peores, primero por la llegada de decenas de vehículos que traen a nuestros paisanos y amigos, que aumentará significativamente, aunque sea por unos días el parque vehicular de la ciudad; y segundo por el cierre por más de 15 días de las calles Allende y Matamoros –la primera, de manera especial pues es salida de los carros que vienen de la plaza y del sector oriente de la ciudad--. De hecho, me atrevería a proponer que durante toda la temporada navideña, si no este año porque ya no hay tiempo, sí de los siguientes, que todo el centro de la ciudad, entendido este como los alrededores del mercado “Corona” y las calles México y Veracruz, permanezcan cerradas de las calles Hidalgo a la Matamoros o Corona, haciendo un eficiente estudio de vialidad que luego de entrado el mes de enero pudieran continuarse los cambios por el resto del año. De esta manera, los comerciantes tendrían toda la temporada de fiestas de navidad, fin de año y reyes, con sus productos en las banquetas y arroyos vehiculares en bien organizados tianguis y atractivas acciones comerciales. Cuidando que se permita el paso a los proveedores y promoviendo o concesionando algunos espacios o predios para estacionamientos públicos, como los que ya se ven en Acaponeta.
Considerar también los cambios de circulación de algunas calles o de plano reestructurar todo el sistema vial de la ciudad y si este no existe crear uno que evite las aglomeraciones y embotellamientos que ya se ven y todos sufrimos.
No estaría de más pedir el consenso de la población, que finalmente es la que hace los cambios. Mandar a los transportes públicos por vías alternas de las calles México y Veracruz, sobre todo ahora que ya las calles Puebla y Oaxaca están rehabilitadas. Fomentar el programa “uno y uno” en las esquinas y colocar señalamientos para algunas calles como la Jalisco, que ya arreglada es una buena opción para funcionar como “libramiento” que evite el mercado “Ramón Corona” y saque de la ciudad los autos que van a Huajicori o a la zona poblacional que esté después de la vía del ferrocarril. Que de alguna manera la autoridad municipal y transito del Estado, regulen la carga y descarga de productos en el mercado, los cuales ahora son un desorden que provocan caos vial.
Las reformas y los cambios siempre nos atemorizan, pero ahora no hay mayor terror que meterse al mercado, donde otro de los grandes problemas es hallar espacios para estacionar los autos. Meditemos sobre ello, vale la pena.
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