02 diciembre 2009

APOYA LA IDEA DEL MUSEO EN LA ESTACIÓN DEL FFCC



LA MUY APRECIADA E INTELIGENTE JOVEN ROCÍO DEL CARMEN LÓPEZ MEDINA, QUIEN ESTÁ HACIENDO UN DOCTORADO EN LA MADRE PATRIA, EXACTAMENTE EN GIRONA, ESPAÑA, VUELVE A ESCRIBIR, CON SU PECULIAR ESTILO Y SABROSA VISIÓN DE LA JUVENTUD. ENHORABUENA Y FELIZ REGRESO, PRIMERO A PUERTA NORTE Y LUEGO A SU QUERIDA ACAPONETA, PUES REGRESA EN UNOS DÍAS MÁS. ELLA TRATA EL TEMA DEL MUSEO O CENTRO CULTURAL EN LA VIEJA Y ABANDONADA ESTACIÓN DEL FERROCARRIL.


Girona Catalunya
2 de diciembre de 2009

En apoyo a la nota del Mtro. Pepe Morales “Estación del FFCC, museo y las ganas de hacer bien las cosas” del 25 de noviembre de 2009.

Dirijo un respetuoso saludo a los lectores de PUERTA NORTE.
La intención de escribir estas líneas responde a la emoción generada tras la noticia del Antropólogo Raúl A. Méndez Lugo, y reforzada con las ideas del Mtro. Pepe Morales en la nota comentada, respecto al proyecto de hacer de la Estación del Ferrocarril de Acaponeta un Museo; los detalles de dicho artículo, provocaron un sentimiento de orgullo, alegría e ilusión.
Orgullo, porque reconozco que requiere de un gran esfuerzo, primero plantear una idea, luego traducirla en proyecto concreto y posteriormente elaborar una metodología efectiva para poner en práctica y ver realizado aquello que fue soñado o ideado.
Alegría, por la fortuna de cercanía por largo tiempo con semejante monumento histórico de nuestra ciudad.
Ilusión, al imaginar a futuro, que ese lugar puede transformarse en un espacio de interacción para propios y visitantes.
Estos tres estados emocionales provocaron el recuerdo de reciente visita a alguno de los museos en Manchester Inglaterra. Tuve la oportunidad de realizar una estancia de estudios por un mes (agosto) a dicha ciudad, visitando lugares como Londres, Oxford, Liverpool, Cambridge y Manchester, lugares en los que aproveché para ver museos. Donde se puede apreciar, entre otras cosas, la forma en la que los ingleses ven el mundo; prestan atención a cada detalle, potencian el valor de las cosas, que a muchos o por lo menos a mí, pueden parecer insignificantes, por ejemplo, exponen con lujo de detalle y bien resguardados los esbozos de escritores como Lewis Carroll (que en lo personal me gusta mucho - Museo de Londres-). Se destina dinero, esfuerzo y creatividad a mantener en extraordinarias condiciones cada museo, en el siguiente enlace pueden ver un catálogo de los museos en Manchester: http://www.tripadvisor.es/Attractions-g187069-Activities-c6-Manchester_Greater_Manchester_England.html.
En este lugar sobre sale la especialización de los museos, y las actividades de interacción entre los asistentes. Por ejemplo en el museo del transporte, un amable caballero de algunos sesenta y pocos, que guiaba la explicación, cuenta la conformación del museo con tal pasión que se siente uno parte de la historia de los autobuses ingleses, los cuales datan de épocas victorianas de 1920, el recorrido es ilustrativo, pues hay la oportunidad de subirse a distintos autobuses, tomando en cuenta la peculiaridad de dos plantas de este medio de transporte inglés.
En el “museo ferroviario”, se exhibe la locomotora construida por los primeros ferroviarios los hermanos Stephenson & Company fabricada en 1846. Datos como estos abundan y abusaría del espacio si continúo; mi objetivo es enlazar las tres emociones iniciales, con lo expuesto por el maestro Pepe sobre los detalles para convertir nuestra estación en museo.
El esfuerzo debe ser colectivo, puesto que al final los beneficiados somos todos. Escenarios compartidos no deben rechazarse, por el contrario trabajar impulsando con comentarios personales entre todos, puede ser una manera efectiva para que llegue a oídos de nuestras autoridades municipales y realicen gestiones pertinente. En pocas palabras hacer de esto un MITOTE, lo cual, bien hecho, también es arte y forma parte de la cultura, y para muestra la siguiente fotografía del museo al que hice referencia, en el que un par de chicas con atuendos de época se acercan en bicicleta a los visitantes del museo e inician a “mitotearte” un día “normal” de sus quehaceres cotidianos, tomando en cuenta que sus vidas transcurren a finales del 1800, son tan buenas en su narrativa, que logran arrancar más de una sonrisa y/o carcajada cuando relatan detalles curiosos, como lo mal visto que era que las mujeres usaran bicicleta y lo interesante de las charlas en los andenes del ferrocarril con sus novios.
Entretenidas y tristes historias, de adioses hace tiempo y besos bienvenidos de primeras de cambio y de último vagón, han tenido lugar en nuestra ESTACION del FERROCARRIL no permitamos que aquello que ha tejido la historia en nuestro pueblo muera de aburrimiento.

Un beso GRANDE

Rocío López

1 comentario:

Julieta dijo...

En mi lugar de trabajo conocí a una investigadora cuya línea es la conservación del patrimonio cultural y es miembro de ICOMOS (Organismo de la Unesco). Ella desarrolló hace varios años una investigación en torno a las estaciones del ferrocarril en México, conoce la de Acaponeta y tiene un excelente material que puede ser aprovechado. Su amor al patrimonio cultural de nuestro país pudiera ser muy bien aprovechado para este proyecto. Su nombre es Maria Eugenia Castillo-Curry. Saludos desde Tijuana.