DE CHILE, DE DULCE Y DE MANTECA

Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo

Sigue el gobierno federal empecinado en mandar a Nayarit la basura que ni por allá quieren. Narcos y peligrosos personajes del hampa desde hace un tiempo vienen llegando a esta pacífica tierra por capricho de algún “genio” de la justicia federal. Ahora tocó el turno a Mariano Francisco Herrán Salvatti (FOTO), ex zar de la droga, que como muchos funcionarios y servidores públicos, no resistió los cañonazos de billetes del crimen organizado y nada más fácil que pasarse del lado de los chicos malos. Ahora el malandro, enfrenta cargos de desfalco al erario público –robo vil, pues—y, como si Nayarit fuera un inmenso tambo de basura, nos lo mandan para “guardarlo” en el CEFERESO de “El Rincón”, que supongo queda en o cerca de Tepic…… Y hablando de pillos, el Secretario de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez Kuenzler (FOTO), fue grabado vía telefónica por lo que me parecería es una “vieja” querida amiga resentida, que halló la forma perfecta de asestarle fuerte golpe a su infinita soberbia. El tipo usó el nombre del presidente de la nación de manera indebida pues con ello manipuló un conflicto con la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel); asegura conocer que el ladrón preferido de los mexicanos, Carlos Salinas de Gortari, se robó una malhadada “cuenta secreta” y hasta ahora se le ocurre darlo a la luz, como si no lo supiéramos; intrigó para echar fuera de la SCT a Purificación Carpinteyro, titular del Servicio Postal Mexicano simplemente por grillas internas que no gustaron al singular secretario de estado. Insultó a la gente de Cofetel y manoseó cartas dirigidas al mandatario de esta bananera República Mexicana; solo le faltó a este hampón orinar sobre la bandera y cuando uno espera que el tipo renuncie o su jefe el Presidente de México, le pida su dimisión, increíblemente nada pasa y el tipo sigue como Johnny Walker tan campante en su puesto. ¡¡Qué poca!! En Japón un alto funcionario se quedó dormido de borracho y ya no está en su trabajo. En este remedo de país, nos hace falta actitud y mano dura……. Eso me lleva a pensar que de la misma manera en el municipio, las cosas con respecto a la impunidad andan muy bien, es decir, cualquiera hace y deshace a su antojo sin recibir castigo. No voy a defender a nadie y menos al señor que dizque dirige la Dirección de Seguridad Pública Municipal, pero si fuera el caso, a mi disgustaría estar al frente de dicha dependencia, pues cualquiera que sea detenido tiene un sinfín de defensores. Primero, muchos detenidos son intocables por tener “influencias” aquí o allá. Segundo, hasta cuando un borrachín o un infractor de cualquier tipo cae al bote, no falta el heroico regidor o funcionario público que lo saque del problema con tan solo una llamada telefónica. Pero pensándolo bien, eso de una u otra manera nos conviene a todos, pues tenemos hijos adolescentes que por la edad y el cúmulo de hormonas en el cerebro, hacen cosas que nos sacan canas verdes y, no es muy lejana la posibilidad de que incluso se los lleven detenidos y como padres tenemos que poner la “carota” ante algún influyente municipal, estatal o federal. Así es la naturaleza humana. Qué bueno que no soy Director de Seguridad…… Ahora que vuelve a la palestra el tema de la remodelación del Mercado Corona, surgen voces defensoras que alegan que el inmueble catalogado por el INAH es un monumento histórico que se debe preservar. Por supuesto que sí, tienen razón, pero también es cierto que el edificio aparte de feo, deteriorado y disfuncional, debe ya de evolucionar y mostrar un nuevo rostro a una ciudad que pretende entrar a la modernidad y el progreso (FOTO). Que se cuiden los elementos arquitectónicos que le dan identidad al pueblo, pero que se mejore la estética del viejo edificio. Sí, que se respeten las normas de la Ley Federal de Monumentos Históricos y Sitios Arqueológicos, pero que se remodele el mercado Corona para que tenga una utilidad y aprovechamiento que ahora no tiene y coadyuve con las autoridades municipales a cambiarle el rostro a un pueblo que no quiere ser rancho. Hay que recordar que la modernidad sin tradición es tan hueca como las tradiciones sin innovación. Saludos y cuídense allá afuera.