El pasado viernes apareció en uno de los pasillos de la presidencia municipal, una mampara con los planos y proyectos de la propuesta que el XXXVIII Ayuntamiento de Acaponeta, hace a la población para la remodelación del Mercado "Ramón Corona". En ellos se ve un atractivo edificio de dos plantas con los locales perfectamente distribuidos y acomodados por áreas de ventas y productos.
En la planta baja se puede observar una ala del inmueble, que pudiera ser la poniente o sobre la calle Veracruz, destinada a los comercios abarroteros; un ala más, quizá la oriente sobre la calle México, es para los negocios que expenden ropa y las otras dos, norte, calle Matamoros y sur, calle Allende, destinadas a cremerías y ferreterías respectivamente. Los planos marcan en los locales de los cuatro accesos al interior del edificio, boneterías, mercerías y tiendas de artesanías. En la zona central de la planta baja se ubican carnicerías, fruterías, pescaderías y el área de las camaroneras. En la planta alta del inmueble, según la propuesta de la autoridad se ubican los diferentes restaurantes y los baños.
El Presidente Municipal Saulo Lora Aguilar, ha planteado a la ciudadanía a que haga propuesas sobre este tema que ha causado polémica, sobre todo en entre los locatarios del centro comercial; por ello, nos animamos a dar nuestra opinión al respecto.
Lo que hace falta en el mercado Corona, más que cualquier otra cosa, es que se hagan valer los reglamentos y se aplique la ley sin concesiones especiales, políticas o partidistas. El problema es que si los locatarios aceptan y los nuevos espacios servirán para reubicar a los comerciantes que se encuentran en el banquetón de la plaza comercial, se corre el riesgo de que líderes o pseudolíderes de organizaciones tipo CTM, CROM, CNOP, que ya más que existir sobreviven, o bien los partidos políticos lleguen, y de la noche a la mañana haciendo resonar "viejas glorias", movilizando gente sin escrupulos y que no tienen nada que perder, ocupen, gritando consignas, los lugares vacantes en el banquetón, dando al traste con la organización y la remodelación del nuevo mercado.
Los nombres de estos sinvergüenzas, no son necesarios publicarlos, pues la gente ya los conoce y están como tiburones, prestos a tirar la tarascada que les ayude a llevar agua a sus molinos.
Mientras no se hagan valer los reglamentos y no se apliquen sanciones y mano dura a los infractores, todas las buenas intenciones quedarán en eso: "solo lindos sueños guajiros". A los diez minutos que alguien deje su lugar en el banquetón, llegará una de estas alimañas o un comerciante ambulante o foráneo a ocupar el lugar.
Hoy por hoy, cada quien hace lo que le viene en gana y el mercado es un caos: basura que nadie controla, pasillos obstruidos, banquetón invadido, cero lugares para estacionar autos por parte de los clientes; espacios inadecuados para la carga y descarga de mercancía; entradas bloqueadas, poca seguridad, falta de control sanitario y decenas de detalles más que se solucionarían haciendo valer los reglamentos. Hoy todo es impunidad. Que autoridades y locatarios del interior y exterior hagan acuerdos que maten de plano las posibilidades de que llegue un lidercillo borrachín y haga trizas lo que hoy en el papel es muy bello.
Hasta se puede pensar en hacer las calles alrededor del mercado peatonales.
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