FOTO 2
FOTO 1 HECHO UNO:
La Dra. Esther Guadalupe Castillo Ahumada, Directora de Salud en el Ayuntamiento Saulista, ha tenido contacto con algunos comerciantes ambulantes de la ciudad, para poder establecer condiciones adecuadas en la venta de productos que habrán de ser consumidos por la ciudadanía. Entre las cosas que han destacado más está la situación de las carretas que venden puerco tatemado, pues han detectado que algunos de esos animales no han sido sacrificados en el rastro municipal, por lo que pueden llegar al consumidor contaminados de elementos biológicos perjudiciales a la salud, como el peligroso cisticerco, conocido en la región como ladilla. Asegura la Dra. Castillo que no cejarán en su empeño de dotar de mayor sanidad en estos y otros puestos ambulantes.
HECHO DOS:
Las camaroneras del mercado "Ramón Corona" manifiestan a diversos medios de comunicación que el crustáceo no verá incrementado su precio en la cuaresma que ya se mira en el horizonte. Dicen ellas que desde el 2008 han mantenido a pesar de la recesión económica, los mismos precios, alegan que el kilo de camarón con un peso de 7 a 8 gramos cuesta 55 pesos, mientras que el de 12 a 13 gramos se cotiza entre 60 a 65 pesos, en tanto que el kilo de camarón seco cuesta de 100 a 140 pesos. Esa es sin duda una buena noticia para el consumidor que en ocasiones no sabe que preparar en la temporada cuaresmal que inicia el próximo martes 24 de febrero.
HECHO TRES:
Un caballo propiedad de "solodiosabequién", han hecho suyo el camellón del boulevard "Espinosa Bávara" y todos los días practicamente desde hace 15 días viene comiendo las hierbas y la grama que ahí crece (FOTO 1), mientras los autos pasan a su lado como pasa el viento. Esta situación pone en peligro la integridad física de los automovilistas, ya que el jamelgo atraviesa la importante avenida como Johnny Walker, las calles de Londres, es decir, muy campante. Las autoridades hacen como que no ven aunque a diario transitan por ahí decenas de veces: regidores, síndico, funcionarios municipales, policías, trabajadores del ayuntamiento y hasta el presidente municipal, que no puede estar en todo. Los agentes de tránsito se han de haber "mochado" con el equino, pues pasan a su lado y nada sucede como demuestra la gráfica (FOTO 2). Animales hay sueltos por todo el pueblo, la Unidad Deportiva es de igual manera un potrero y las calles de la colonia El Molino, se llenan de burros a todas horas. Se debe hacer algo, porque queremos un Acaponeta digno y no un Acaporrancho.
HECHO CUATRO:
Un monumento por demás incomprensible es la supuesta bomba de agua --de las primeras en la ciudad, dicen los que saben-- que "adorna" el parquecito de "la bomba" (?) (FOTO 3) al final de la calle Puebla, antes de cruzar la vía del FFCC. Este espantoso fierro montado en un zócalo, exhibe su fealdad e inutilidad a todo el que por ahí transita y, sirva hasta para colocar anuncios de venta de refrescos y aguas, pero no hay nada que explique qué es eso, quién lo puso y para qué. Sin embargo, el lugar está ideal quizá para ensalzar la figura de algún personaje acaponetense que haya puesto muy en alto el nombre de la patria chica y que en homenaje tenga su monumento y su parque. Por hoy es una aberración.
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