30 julio 2009

LA DECADENCIA DE LAS FIESTAS DE LAS MOJONERAS (2a. parte y última)





ESTA ES LA SEGUNDA PARTE DEL TRABAJO DE INVESTIGACIÓN DE NUESTRO COMPAÑERO Y AMIGO PERIODISTA JUAN FREGOSO FLORES, SOBRE UNA TRADICIÓN QUE DESAPARECIÓ, LAS FIESTAS DE LAS MOJONERAS.

Sentado en el lomo del tiempo pasado, inmerso en su propio mundo, sostiene que las fiestas tienen orígenes religiosos, y que se conmemoraban justamente en ese sitio conocido como Las Mojoneras. Pero el progreso llegó y el espacio donde se efectuaban las carreras de caballos y que era la carretera que conduce a Huajicori se pavimentó, lo que imposibilitó el desarrollo de todas las actividades festivas en ese lugar tradicional. A consecuencia de este incidente la celebración se llevó a cabo en una calle de la colonia “Lázaro Cárdenas”, pero a medida que ésta se fue poblando terminaron realizándose en la comunidad de El Centenario. Y partir de entonces, perdieron el brillo y la fama que las caracterizaron, ya nada es igual, ya no lo mismo, ni nunca lo será, porque acá en El Centenario, el dueño del terreno queriendo rescatar la tradición arregló el terreno ya que también es aficionado a las carreras de caballos, acondicionó una casa grande de palma e invitó a la gente ofreciéndoles comida “gratis” para que nadie se quedará en casa. Sin embargo, el entusiasmo de la gente ya no es el mismo, porque Las Mojoneras eran el lugar por excelencia para hacer los festejos; yo les aseguró, dice don Roberto, que si mañana fuera el día de Santiago, mañana se iría la gente aunque estuviera lloviendo, aunque cayeran rayos y centellas, porque esperaban con gusto esos días para ir a ver y divertirse en las mojoneras, así se irían aunque se fueran mojando. Yo aquí veía pasar el mundo de gente (don Roberto vive por la calle Chapultepec, la cual conduce al lugar citado), caminando, en carretas, a caballo, en burros y en lo que se podía con tal de ir divertirse, era todo un espectáculo, comenta, con la mirada fija en la calle por donde asegura que pasaban la gente.
Con el poder mágico de la imaginación se traslada a 1950, para asentar que en aquel año, iban señoras, niños con sus paraguas, bien bañaditos, bien vestidos, todos contentos, iban a recrearse en esas fiestas de Santiago y Santa Ana, los días 24 y 25 de julio de todos los años. Hoy, a casi 60 años de distancia, en que se celebran en un lugar apartado de la ciudad, donde la llegada es prácticamente inaccesible, como tampoco hay la seguridad para la gente que acude, yo no veo niños, ni señoras que vayan con la alegría con la que desfilaban por aquí por la calle, todos a la carrera, a divertirse.
Un poco dubitativo, expresa, si no me equivoco, hay todavía unas casas de palma en ruinas, eran las salas de baile, pero el tiempo destruye todo, dice con sabiduría, y como ya se acabó la fiesta tradicional, no hubo quien las levantara. Por último, don Roberto rescata de su memoria los nombres de los principales promotores o de los empresarios que organizaban las fiestas de Las Mojoneras, entre los cuales menciona a don Lencho Reyes, Paulino Nava, Baldo Nava y últimamente le tocó a Javier Nava, afirma este gran hombre que se encuentra en los umbrales del siglo.
Mientras que Alfredo Gumersindo Sandoval Medina, quien tiene ochenta años de edad, entrevistado por separado, coincide en todo con don Roberto Contreras. Explica que, efectivamente, las fiestas de las mojoneras eran una auténtica romería, en donde lo mismo había carreras de caballos, que carreras pedestres, juegos mecánicos, carretas alegóricas, coronación de reinas, venta de frutas. Venían corredores de caballo de Tecuala, Santiago, Tuxpan, San Felipe, del Rosario, Sinaloa, a competir con los jinetes de Acaponeta, “casaban” las apuestas que fluctuaban entre los 50 pesos de aquellos. Se instalaba una casa grande de palma donde se efectuaban los rumbosos bailes, a donde se daban cita los hombres y mujeres para divertirse sanamente, era una gran fiesta donde se volcaba todo el pueblo, tanto de Acaponeta como de otras partes, todo aquello era bonito, era una tradición realmente hermosa, que hoy no se puede comparar con las fiestas que se llevan a cabo en El Centenario, porque allá es un lugar peligroso, sobre todo para las mujeres. Y al igual que don Roberto Contreras, dice que las fiestas de Las Mojoneras son muy antiguas, que lo poco que recuerda es producto de lo que le contaban sus padres, los cuales siendo niño también lo llevaban a presenciar todas las actividades que ahí se realizaban, pero decirte cuándo se fundaron y quién las fundó, no es posible, porque ya no hay gente que tenga datos precisos que nos puedan aclarar el origen de éstas, pues los hombres más viejos ya se murieron y con ello, también se murieron las esperanzas de conocer la verdad de la historia de las fiestas de las mojoneras, una tradición que tiende a ir desapareciendo como muchas otras que ya han desaparecido, como las fiestas del Embarcadero, que también fueron muy populares, pero que corrieron la misma suerte de Las Mojoneras.

1 comentario:

Blanca dijo...

Hola Juan Fregozo. Por este conducto quiero dejar constancia de que admiro esa faceta de tu pesonalidad, por la que nos transmites con sensibilidad especial, aspectos de la vida de personas de nuestro pueblo. A mí me maravilla lo que ves, y transmites de ellos. Gracias.
Blanca León.
p.s. comentario independiente a esta columna.