22 agosto 2009

DE CHILE, DE DULCE Y DE MANTECA


Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo

Vemos que ya es un problema muy severo la dotación de agua para los seres humanos en pueblos pequeños como el nuestro o las grandes ciudades, incluso pequeñas comunidades como las que conocemos en Acaponeta, donde llegan hasta los golpes por arrebatarle al agua a sus vecinos. El cambio climático, que todavía hace algunos años veíamos como tema de película catastrófica hollywoodense, es una profecía que nos ha alcanzado. La sequía que sufre el país en general llega a niveles de alarma, pues han quedado devastadas miles y miles de hectáreas de cultivo y han muerto de hambre y sed, miles de cabezas de ganado. En Acaponeta, no ha sido la excepción, a las válvulas caseras no llega el vital líquido y, el problema aquí es que no sabemos si es un problema ecológico o negligencia de la autoridad, porque como nada informan, nadie sabemos ni jota y lo peor es que no tomamos providencias y andamos todos, sufriendo por unas gotas. El caso es que la falta de la poca --poquísima-- agua que le queda al mundo, ha obligado a las restricciones y racionamientos obligados de ciencia ficción que hoy se ven en el centro de la República, especialmente la Ciudad de México y la zona metropolitana. Esa será la guerra mundial del siglo XXI, las fuentes del agua, que sustituirán en importancia a los mantos petroleros. Seamos concientes del problema........ Los trabajadores de la Volkswagen, empresa alemana situada en el Estado de Puebla, se fueron a la huelga solicitando aumento de sueldo. Durante el paro de cuatro días que paralizó la planta de VW, se dejaron de producir 6500 autos, lo que provocará seria crisis a la empresa. Por supuesto los trabajadores sindicalizados no ofrecieron trabajar más o producir para que todos ganen, no, solo querían aumento de salario y tan tan. Más aun, a los paristas se les pagará una semana completa que fue la semana caída, y el viernes siguiente se les pagará esta semana de afectación, que incluye a los que estuvieron en el primero y segundo turno, la mitad de esos días de huelga, más el pago inmediato de los dos mil pesos, y el pago de ayuda escolar, todo por no trabajar. Por eso no pregunten por qué las empresas y las grandes corporaciones no quieren invertir en México. El único arreglo a su favor que consiguió la dirección de la VW, fue que los trabajadores laboraran tiempo extra para compensar los días de huelga, lo cual me sorprende en la nación donde nadie quiere trabajar. Carlos Kasuga Osaka, Director en México de la empresa Yakult --la de los yougurts--, de origen japonés, destacó las grandes diferencias que existen entre esa isla oriental, tan solo del tamaño de Chihuahua y Aguascalientes juntos, pero de terrenos ásperos y pedregosos, con una población de 20 millones de habitantes más que nuestro país y que salió derrotado de una terrible y desastroza guerra mundial. Japón, tiene uno de los sistemas educativos más eficientes del mundo, la tasa de longevidad más alta del planeta y su producto nacional es igual a lo que producen Alemania, Francia y Gran Bretaña juntas. Kasuga marca tres diferencias sustanciales entre el país del nopal y las tunas y el del Fujiyama: la educación, la religión y la actitud hacia la vida misma y la naturaleza. Menciona cuatro pasos para ser un empresario de excelencia:
"El bien ser" (honesto, puntual, disciplinado), los trabajadores que Usted tiene o conoce serán así. Nosotros mismos ¿somos honrados? ¿siempre llegamos a tiempo? ¿somos ordenados?
"El bien hacer", dice Carlos Kasuga: "Haz las cosas bien. Si vas a nadar hazlo bien, y si vas a estudiar hazlo bien, y si vas a hacer el amor hoy en la noche, hazlo bien; entrégate".
Las gentes que son un “bien ser” y dan a la familia y a su escuela más de lo que recibieron, llegarán al tercer paso: el “bienestar”, y quienes siguen estos tres pasos en este orden, tarde o temprano llegarán a lograr un “bien tener”. Explica más adelante: "En un programa de televisión al que me invitó Ricardo Rocha, yo fungía de traductor y Ricardo preguntó cual es la diferencia entre los trabajadores japoneses y los mexicanos. Después que los japoneses terminaron de cuchichear, se levantó el jefe y les dijo: “Hemos visitado muchas empresas mexicanas y creemos que el trabajador mexicano es mucho más hábil, pero el día de hoy acabamos de estar en la Villa y nos hemos dado cuenta porque las relaciones entre los obreros y la empresa son tan diferentes. Lo que vimos en la Villa, es que los dos pueblos son iguales: les gustan las peregrinaciones, las tamboras, los amuletos, los cuetes, etc., pero ustedes van a los templos a pedir y a esperar y en el Shintoismo nosotros vamos a ofrecer. Por eso nos hemos dado cuenta que los sindicatos mexicanos presentan pliego de peticiones y los sindicatos japoneses presentan pliego de ofrecimientos, ¡Pequeña pero gran diferencia!"
Efectivamente, los trabajadores japoneses acuerdan con las empresas aumentos de salarios, pero no cierran a lo bruto las puertas de sus centros laborales o hacen como Agueda Galicia y Lucero Amparo, plantan banderas rojinegras y estiran la mano sin ningún rubor o vergüenza; los nipones prometen elevar la producción o disminuir al máximo los accidentes de trabajo. Acá en México nos acostumbraron a pedir, migajas a los campesinos en forma de programas de Oportunidades, Vamos México, Solidaridad, Alianza para el Campo y otras paparruchadas ineficientes que solo produjeron más huevones de los que ya tenemos. El 99.9% de los que llegan a los Ayuntamientos, lo hacen para pedir: dinero para continuar un viaje, arena para construir, gasolina para trasladarse, billetes para una operación, intercesión para meter a un alumno deficiente a la Prepa o a la Normal, perdón para sacar a un borracho de la cárcel, una pipa para llevar agua a quién sabe qué molino, etc. y mil etcéteras. El caso del SUTSEM es más que ilustrativo, decenas de apoyos, prestaciones, "conquistas y síndicales", dinero que va y viene, fondos de ahorro y muchísimas cosas más obtienen los burócratas, pero NADA, NADA, NADA producen, que le dejen al pueblo algún beneficio. Hasta vacaciones para los jubilados tienen y solo trabajan 25 horas a la semana --eso si es que llegan temprano a sus labores--, la semana inglesa se la pasaron por el arco del triunfo. Los sindicalizados de la VW al menos van a intentar recuperar el tiempo perdido. ¿Usted, amable lector, cree que Agueda y Luceria, van a pedirle a sus "muchachos" que trabajen unas horas más para recuperar el tiempo que han dejado de laborar en el Ayuntamiento de Tecuala? Sí Chucha ¿y tus calzonzotes?
Kasuga Osaka, concluyó su disertación ante jóvenes universitarios con un cuento:
Había un bosque en el que vivían muchos animalitos. De repente este bosque se empieza a incendiar y todos los animalitos empiezan a huir. Solo hay un gorrioncito que va al río, moja sus alitas, vuela sobre el bosque incendiado y deja caer una gotita de agua, tratando de apagar el incendio. Va al río moja sus alitas, vuela sobre el bosque incendiado y una o dos gotitas de agua deja caer, tratando de apagar el incendio.
Pasa un elefante y le grita al gorrioncito: ¡No seas tonto! ¡Huye como todos! ¡No ves que te vas a achicharrar! El gorrioncito voltea y le dice ¡No!, este bosque me ha dado todo, familia, felicidad; me ha dado todo y le tengo tanta lealtad que no me importa que me muera, pero voy a tratar de salvar este bosque.
Va al río, moja sus alitas y revolotea sobre el bosque incendiado y deja caer una o dos gotitas de agua. Ante esta actitud los dioses se compadecen de él y dejan caer un tormentón, y el incendio se apaga. Y este bosque vuelve a reverdecer y a florecer, y todos los animalitos vuelven a regresar y vuelven a ser felices, más felices de lo que eran.
Jóvenes universitarios, yo comparo este bosque con mi México, tal vez estemos en un gran incendio, en una gran crisis política, social, económica y moral; pero yo les pido a ustedes que todos los días dejemos caer una o dos gotitas de sudor y de trabajo. ¡Si así lo hacen!, México se los agradecerá y Dios los bendecirá.
Como siempre le recuerdo al amable lector que se cuide allá afuera, pues andan sueltos los sindicalizados del SUTSEM, Agueda y Luceferina.

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