En el Periódico Meridiano de Tepic, de lunes a viernes se inserta en la primera plana un comentario del escritor, periodista, publicista, editor y poeta Jorge Enrique González Castillo, mismo que es muy gustado y que se intitula por su brevedad de 133 palabras "Breverías", sumarios editoriales de gran nivel, mucho ingenio, buen gusto y sapiencia. A mí me llega por medio de la página web: www.nayarithoy.com. En la "Brevería" del martes 13, el comentario hace mención de dos destacados acaponetenses: Alí Chumacero y Héctor Gamboa Quintero y de alguien que a pesar de haber nacido en Jalisco, llegó a esta ciudad a mediados de los años 50 del siglo pasado a dar clases de historia, de hecho casó con una gardenia local de nombre Conchita Guzmán, nos referimos al historiador Pedro Castillo . Por su interés para los nacidos y amigos del municipio de las gardenias, me permito reproducirlo:
Breverías
Jorge Enrique González
Más Síndrome de Nazaret
“Cómo va a ser el Mesías, si es el hijo de José el carpintero y yo jugaba con él en el pueblo”, es la frase que resume la tendencia humana a restar valor a los cercanos. Conocido como Síndrome de Nazaret, se presenta en todos los ámbitos. En ocasión del doctorado honoris causa a Chumacero y a Meyer, con sobrados méritos para merecerlo, he reclamado el reconocimiento de los Pedros (López, Luna y Castillo). Otro intelectual de muchos méritos es Héctor Gamboa, autor de quince libros, uno de los cuales (Escritores Suicidas) fue traducido al francés por la prestigiosa Éditions Gallimard, siendo un éxito de ventas en Europa. “¿Ese señor que toma café en el Diligencias, traducido al francés?”, se han de preguntar los dadores de doctorados, afectados por el Síndrome de Nayaret.
Jorge Enrique González
Más Síndrome de Nazaret
“Cómo va a ser el Mesías, si es el hijo de José el carpintero y yo jugaba con él en el pueblo”, es la frase que resume la tendencia humana a restar valor a los cercanos. Conocido como Síndrome de Nazaret, se presenta en todos los ámbitos. En ocasión del doctorado honoris causa a Chumacero y a Meyer, con sobrados méritos para merecerlo, he reclamado el reconocimiento de los Pedros (López, Luna y Castillo). Otro intelectual de muchos méritos es Héctor Gamboa, autor de quince libros, uno de los cuales (Escritores Suicidas) fue traducido al francés por la prestigiosa Éditions Gallimard, siendo un éxito de ventas en Europa. “¿Ese señor que toma café en el Diligencias, traducido al francés?”, se han de preguntar los dadores de doctorados, afectados por el Síndrome de Nayaret.
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