Con el eslogan "Como nunca se había realizado", el XXXVIII Ayuntamiento de Acaponeta, que preside el Dr. Saulo Lora Aguilar, inauguró la "Expo Transparencia 2009", donde los funcionarios del gobierno saulista, pretendieron mostrar los avances que ha tenido el gobierno municipal en cuatro meses de gestión. En la plaza principal, los directores de las diferentes dependencias, sobre coloridas mamparas mostraron al pueblo por medio de fotografías y algunos textos, los mencionados avances. Ahí estuvieron presentes el DIF municipal que fue quizá la dependencia con mayor información y hasta personal estaba presente para despejar dudas; el OROAPA, de los menos afortunados, pues solo fotografías en blanco y negro, casi todas sin texto explicativo, que por cierto no daba cuentas de nada. Desarrollo Agropecuario, Coplademun, Desarrollo Social, Deporte, Turismo, Protección Civil; Obras Públicas, Comunicación Social, Contraloría, Asuntos Indígenas, Cultura, Registro Civil, Seguridad Pública y la oficina de enlace con la SRE, que solo mostró publicidad institucional que le mandan desde México o Tepic. Brilló por su ausencia la Tesorería, que a final de cuentas es la oficina que mayormente tiene que ver con la transparencia. Dio la impresión esta muestra de querer revertir los comentarios, señalamientos y acusaciones que se vienen vertiendo en la calle --muchos de ellos negativos-- sobre el gobierno del Dr. Lora Aguilar; sin embargo esa "fiesta de la transparencia" --alguien comentó que era de las vanidades--, quizá no tuvo el éxito deseado y no pesó en el ánimo de la ciudadanía, aún confundida por las acusaciones hechas por Anuar Abud Espinosa, quien renunció a la tesorería sorpresivamente en medio del escándalo hace algunas semanas. Lo verdaderamente de importancia que quería ver la población o conocer no está en la exposición, tal como los salarios y compensaciones de regidores y directores; nadie sabe a ciencia cierta cuánto cobran a la quincena los asesores y si están incrustados en la nómina parientes del primer edil, como se dice en los pasillos de la presidencia. El pueblo juzgará a su debido tiempo.
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