NUEVAMENTE PUERTA NORTE ACAPONETA ABRE SU ESPACIO AL PERIODISTA JUAN FREGOSO FLORES, QUIEN AMABLEMENTE NOS PERMITE PUBLICAR SU TRABAJO SOBRE EL POETA Y MÉDICO ROBERTO DELGADILLO GUTIÉRREZ. YA QUE ESTE BLOG PRETENDE MOSTRAR LO QUE SUCEDE EN EL MUNICIPIO Y A QUIENES LO CONFORMAMOS, PONEMOS A CONSIDERACIÓN DEL LECTOR ESTE PRODUCTO PERIODISTICO DEL AMIGO FREGOSO FLORES. Roberto Delgadillo Gutiérrez, nació un 17 de marzo de 1960 en la ciudad de Tepic, Nayarit. Hijo del matrimonio formado por el maestro Alfredo Delgadillo Arreola y de la profesora Irene Gutiérrez Muñoz. Está casado con la señora Sara Mirna Jaime Guerrero, con quien procreó tres hijas: Carmen Trinidad, Sara Gabriela y Eva Mirna.
Cuenta con cuatro hermanos: Sergio Alfredo, Javier, César e Irene. Todos ellos profesionistas. Roberto Delgadillo se graduó como médico cirujano, por la UNAM 1984. Y en 1992 obtuvo el título que lo acredita como dermatólogo, actualmente se desempeña como subdirector de la Clínica Familiar del ISSSTE de Acaponeta.
Su trayectoria profesional como laboral es extensa, pero en este trabajo queremos resaltar sus cualidades poéticas, sin que esto quiera decir que menospreciemos sus actividades de médico. Al contrario, aquí cabría preguntarse cómo ha logrado conjugar la medicina con la poesía, aunque hay que aclarar que no es un caso único, podríamos citar al insigne poeta de Saltillo, Coahuila, Manuel Acuña, que también fue médico, creador de varios poemas en donde sobresale su extraordinaria obra "Nocturno a Rosario", el cual hasta la fecha perdura entre nosotros gracias a que fue musicalizado convirtiéndolo en canción que han cantado infinidad de artistas para solaz de muchas generaciones.
Roberto Delgadillo heredó la vena poética de su padre, Alfredo Delgadillo Muñoz, quien publicó un libro de poemas intitulado “Jardín de Sueños”, según confiesa su hijo. Don Alfredo Delgadillo fue maestro de lengua y literatura, luchador sindical y poeta. En la ciudad de Tepic, tiene un busto de bronce frente a la escuela secundaria federal número 2 “Esteban Baca Calderón”, de la cual fue director. También existe una biblioteca que lleva su nombre, así como una calle de la capital del estado. Don Alfredo, falleció hace aproximadamente diez años, pero vive en su hijo a través de sus propias obras poéticas.
Doña Irene Gutiérrez, que aún vive, cuenta con 82 años edad y es maestra de lengua y literatura, por lo que se puede afirmar que de ambos lleva en la sangre la sensibilidad que le han permitido plasmar su poesía para regocijo de quienes son afectos a este tipo de obras, donde el hombre revela lo más recóndito de sus sentimientos, exponiéndolos a la vista de todo mundo, lo contrario del hombre común y corriente, que esconde su sentir, quizá porque no quiere que se le conozca tal cual es.
El poeta, vacía su mundo interior sin temor a ser juzgado. Y Roberto es un poeta que ha dejado huella con su poesía, dejando que afloren sus más profundos sentimientos. Gracias a ello en 1993 fue laureado en los primeros Juegos Florales de Xalisco, Nayarit; en 1994 fue premiado por la Fundación Julián Gascón Mercado en el Trapichillo, Nayarit; y en 1995 recibió los laureles en la Feria de la Primavera Santiago Ixcuintla. Amén de haberse hecho acreedor de otros muchos premios por su actividad poética. Recientemente compuso la obra “Líricos Negros”, que obtuvo la gardenia natural del XVII Festival Cultural de Nayarit en Acaponeta 2008 . Para nosotros es una obra digna de un hombre que a diario se enfrenta, por su profesión, al dolor humano, al sufrimiento y a la muerte, la que en su opinión es “una amiga para el que sufre”. Antes de presentar su gran obra conviene trazar algunos rasgos de su personalidad.
El poeta Roberto Delgadillo se autodefine como un hombre soñador, estudioso, deportista, amante de su familia, de la lectura, de las artes marciales que en un tiempo practicó, le gusta la música; su meta en la vida es hacer de cada día un día mejor. Su libro preferido es “El Principito” de Saint Exupery, el cual cada vez que lee, dice, le encuentra cosas nuevas; su máxima es “Sólo con el corazón se puede ver bien, lo esencial es invisible para los ojos”. Este es, a grandes rasgos, Roberto Delgadillo Gutiérrez, según sus propias palabras.
Cuenta con cuatro hermanos: Sergio Alfredo, Javier, César e Irene. Todos ellos profesionistas. Roberto Delgadillo se graduó como médico cirujano, por la UNAM 1984. Y en 1992 obtuvo el título que lo acredita como dermatólogo, actualmente se desempeña como subdirector de la Clínica Familiar del ISSSTE de Acaponeta.
Su trayectoria profesional como laboral es extensa, pero en este trabajo queremos resaltar sus cualidades poéticas, sin que esto quiera decir que menospreciemos sus actividades de médico. Al contrario, aquí cabría preguntarse cómo ha logrado conjugar la medicina con la poesía, aunque hay que aclarar que no es un caso único, podríamos citar al insigne poeta de Saltillo, Coahuila, Manuel Acuña, que también fue médico, creador de varios poemas en donde sobresale su extraordinaria obra "Nocturno a Rosario", el cual hasta la fecha perdura entre nosotros gracias a que fue musicalizado convirtiéndolo en canción que han cantado infinidad de artistas para solaz de muchas generaciones.
Roberto Delgadillo heredó la vena poética de su padre, Alfredo Delgadillo Muñoz, quien publicó un libro de poemas intitulado “Jardín de Sueños”, según confiesa su hijo. Don Alfredo Delgadillo fue maestro de lengua y literatura, luchador sindical y poeta. En la ciudad de Tepic, tiene un busto de bronce frente a la escuela secundaria federal número 2 “Esteban Baca Calderón”, de la cual fue director. También existe una biblioteca que lleva su nombre, así como una calle de la capital del estado. Don Alfredo, falleció hace aproximadamente diez años, pero vive en su hijo a través de sus propias obras poéticas.
Doña Irene Gutiérrez, que aún vive, cuenta con 82 años edad y es maestra de lengua y literatura, por lo que se puede afirmar que de ambos lleva en la sangre la sensibilidad que le han permitido plasmar su poesía para regocijo de quienes son afectos a este tipo de obras, donde el hombre revela lo más recóndito de sus sentimientos, exponiéndolos a la vista de todo mundo, lo contrario del hombre común y corriente, que esconde su sentir, quizá porque no quiere que se le conozca tal cual es.
El poeta, vacía su mundo interior sin temor a ser juzgado. Y Roberto es un poeta que ha dejado huella con su poesía, dejando que afloren sus más profundos sentimientos. Gracias a ello en 1993 fue laureado en los primeros Juegos Florales de Xalisco, Nayarit; en 1994 fue premiado por la Fundación Julián Gascón Mercado en el Trapichillo, Nayarit; y en 1995 recibió los laureles en la Feria de la Primavera Santiago Ixcuintla. Amén de haberse hecho acreedor de otros muchos premios por su actividad poética. Recientemente compuso la obra “Líricos Negros”, que obtuvo la gardenia natural del XVII Festival Cultural de Nayarit en Acaponeta 2008 . Para nosotros es una obra digna de un hombre que a diario se enfrenta, por su profesión, al dolor humano, al sufrimiento y a la muerte, la que en su opinión es “una amiga para el que sufre”. Antes de presentar su gran obra conviene trazar algunos rasgos de su personalidad.
El poeta Roberto Delgadillo se autodefine como un hombre soñador, estudioso, deportista, amante de su familia, de la lectura, de las artes marciales que en un tiempo practicó, le gusta la música; su meta en la vida es hacer de cada día un día mejor. Su libro preferido es “El Principito” de Saint Exupery, el cual cada vez que lee, dice, le encuentra cosas nuevas; su máxima es “Sólo con el corazón se puede ver bien, lo esencial es invisible para los ojos”. Este es, a grandes rasgos, Roberto Delgadillo Gutiérrez, según sus propias palabras.
1 comentario:
el senor fregoso politico en los tiempo de tirado.
periodista y poeta
no cabe duda que "FREGOSO" de todo tiene un poco.
pero a nada de pega.
y si como presentan a este personage,
imaginense como estaran los otros.
que cosa tan poderosa.
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