Al más puro estilo de Ciudad Juárez, o los asesinatos en Michoacán o Tijuana, murió acribillado en Acaponeta un policía municipal, quien en compañía de otros dos, se dirigía a cumplir su labor de atender lo que al parece ser era un simple accidente de tránsito. Las versiones que se manejan aún no están claras y como siempre sucede, surgen versiones dispares que no terminan en ponerse de acuerdo. Una de ellas, es que la noche del lunes o madrugada del martes, en la Dirección de Seguridad Pública se registró una llamada telefónica que indicaba que por la calle Hidalgo, a pocas calles de la plaza principal, se había suscitado un accidente de tránsito, de inmediato una patrulla se dirigió al lugar con tres elementos de la corporación, uno de ellos el joven oficial Jesús Rubén Alcazar Vargas. Aquí es donde los hechos ya no concuerdan con las diferentes versiones. Al parecer una camioneta se acercó al lugar de los hechos con seis hombres fuertemente armados en su interior, mismo que entraron en contacto con los oficiales municipales, suscitándose entre ellos un violento intercambio de palabras que terminó con un enfrentamiento a balazos donde perdió la vida el mencionado guardián del orden. Otro de los policías --cuyo nombre no ha sido dado a conocer--quedó seriamente herido en el lugar de los hechos y posteriormente fue trasladado para su atención al Hospital General de Rosamorada.
Alrededor de las once de la mañana del martes el cuerpo del infortunado servidor público fue llevado a la comandancia, donde fue recibido por sus compañeros quienes montaron guardias de honor, encabezados por el titular de esa dependencia, Héctor Javier Medina Ulloa. Minutos después el cuerpo fue llevado al patio central de la presidencia municipal, donde nuevamente recibió el homenaje de sus compañeros policías y de la autoridad municipal, siendo así que la primera guardia de honor la hizo el Dr. Saulo Lora Aguilar, junto con algunos de sus colaboradores. El primero en hacer uso de la palabra fue el Director de Seguridad Pública, Medina Ulloa, quien expresó que no solamente se perdía a un elemento policíaco, sino también a una excelente persona; reconoció que a pesar de haber estado ya algún tiempo en estos menesteres de la seguridad pública, no le había tocado un caso tan penoso. Por su parte el Dr. Saulo Lora, visiblemente emocionado, expresó que tomaba la responsabilidad del caso del policía caído y comentó a las muchas personas que ya se habían congregado alrededor del féretro que apenas un día antes había hablado con sus colaboradores más cercanos sobre el compromiso que se tiene para con la ciudadanía y continuó: "Alcazar Vargas no tardó en demostrarlo, pido al resto de sus compañeros a continuar con su labor eficientemente y dejo las puertas de este gobierno abiertas a su familia". Antes de ser llevado al municipio de Huajicori, donde será velado y sepultado, el policía caído en el cumplimiento de su deber, recibió un minuto de aplausos por los ahí reunidos. En las siguientes horas daremos más detalles de tan artero crimen.
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