08 abril 2009

DE CHILE, DE DULCE Y DE MANTECA


Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo

Nunca en los 22 años que tengo que vivir en esta noble y leal ciudad de Acaponeta, había sentido entre los pobladores un miedo, una impotencia y un coraje como el que hoy se siente entre los acaponetenses. La muerte terrible del joven policía Jesús Rubén Alcázar Vargas y la baja también a balazos de su compañero Arnulfo Hernández Hernández, quien quedó gravemente herido, nos dejó muy en claro que en México hay una espantosa guerra que se ha extendido a toda la geografía nacional y que ha llegado a pueblos tan pacíficos y tranquilos como nuestra Acaponeta, que si bien no se salva de los hechos cotidianos de pleitos, suicidios y hasta asesinatos, estaba, al menos, fuera del conflicto bélico que libra el gobierno de este remedo de país y el crimen organizado. El miedo que todos sentimos es que ahora salir a las calles del otrora serena y apacible ciudad de las Gardenias, donde uno podía salir de una fiesta a altas horas de la madrugada y caminar para su casa sin ningún problema, ahora existe el riesgo de no regresar por hallarse de pronto en un encuentro a balazos. Un plomazo puede ir dirigido hacia nosotros como bala perdida o peor, intencionalmente encauzada con el firme propósito de quitarnos la vida. Ya no vamos a estar tranquilos cuando nuestros hijos acudan a sus centros de reunión, a divertirse como hemos hecho todos cuando tenemos edad para andar con la "bola" de camaradas. Si salen puede ser que no regresen. Nunca se había oído en Acaponeta, hablar de "levantones", balaceras callejeras --no como la que se dio, lo demás han sido pleitos de cantina y cosas así--, la presencia de bandas fuertemente organizadas, como la mención, especulativa o no, de que hay "zetas" viviendo entre nosotros. El rumor en las calles es para poner los pelos de punta: extorsiones a comerciantes, secuestros, amenazas telefónicas, narcotráfico del más sucio --si es que hay uno limpio-- y es que alguien me dijo que extraña a los narcos de antes, porque no se metían con nadie, corrupción, falta de recursos, incapacidad oficial, etc.. El miedo es tan denso --si se me permite la expresión-- que se puede tocar.
También la gente pensamos en la impotencia y el sentimiento apabullante de que vivimos indefensos ante una criminalidad que, como avalancha arrasa con todo, principalmente con la moral de las muchas y muy distintas policías que tenemos en México. Sabemos que todo se compra en el país, la honestidad, pareciera que es la más barata o de fácil adquisición. De ahí que de antemano comprendemos que no tenemos a quién acudir, por eso nadie quiere denunciar a los malos de la película, pues hacerlo es como firmar la sentencia de muerte. No solo no confiamos en nuestras corporaciones de seguridad, sino que de paso les tememos y nos causa igual pavor ver a un AFI encapuchado que a la persona que el clamor popular le llama "Zeta", para algunos son la misma cosa.
El coraje que tiene el pueblo es que no hay mucho qué hacer, se murió Jesús Rubén ¿y qué? No hallaron a los culpables ¿y qué? Está muy grave el otro policía ¿y qué? Quedó una viuda embarazada y una madre sin hijo ¿y qué? Que ahora nuestra vida vale un cacahuate ¿y qué? Los chismes dicen que los AFI no protegieron a unos muchachos que se fueron a refugiar a sus instalaciones y que permitieron les acomodaran feroz golpiza ¿y qué? Qué ya nadie le cree a Felipe Calderón y hay gran desánimo ¿y qué? Que esto está de cabeza ¿y qué? Que nadie responde a las preguntas de la comunidad asustada ¿y qué? Que se está muriendo la esperanza ¿y qué? ¿Quién responde?
Desde las 2:20 de la mañana del pasado martes se abrió un nuevo capítulo en la crónica de Acaponeta y no es para bien de su nueva historia. Somos otros ya y tenemos miedo. Lo peor es que aún queriendo ser positivos, no vemos una solución inmediata a nuestro temor. Qué lástima, tan bien que se vivía aquí...... Por cierto, otra pregunta: ¿por qué la autoridad municipal no ha dado un parte oficial a los medios explicando cómo y de qué manera murió uno de sus elemento?........ Renunció la Secretaria de Gobierno de Ney González, Cora Cecilia Pinedo Alonso para buscar una diputación federal. Eso no tendría nada de particular, finalmente es el pan de cada día. Ya sabemos que los políticos de hoy, saltan como chapulines de un puesto a otro y son todólogos en cuanto a conocer, saber y hacer cosas. Son genios incomprendidos, pues saben de todo y lo mismo atienden sesudos asuntos de índole pública detrás de un escritorio, que suben al espacio sideral a fundar una colonia en Marte, si se los pidieran. Cora es profesora, tenemos entendido que fue presidenta municipal de Tepic en dos ocasiones de manera interina, diputada local, directora del Instituto de la Mujer del municipio de Tepic y ahora busca ser diputada federal. De chile, de dulce y de manteca, además de guapa. Hasta aquí todo normal, lo que ya no nos queda tan claro es que sus intenciones de llegar a San Lázaro es bajo las siglas del PANAL, el partidito invento de Elba Esther Gordillo, la mujer más fea del país --por dentro y por fuera--. Cora se olvida del PRI, instituto político que la llevó a ser todo lo que hemos mencionado y más, para saltar --otra vez el chapulín-- al Partido Nueva Alianza que preside ese mequetrefe de Jorge Kahwagi, quien también es múltiplo de sí mismo: político (?), actor (?), boxeador (?), cirquero (?), luchador (?) y dirigente de un partido (?). Supongo que como Cora va por la vía plurinominal, es seguro que llegue al Congreso sin ningún problema, y en ese caso, Ney González tendrá una aliada en la cámara, no importando de qué partido sea. Es la grilla señores, no tratemos de entenderla..... Se fue Sven Goran Eriksson, el pobre sueco que ya conoció como trabajan y se desempeñan los mexicanos. El pobre escandinavo, fue engañado por los dueños de los equipos de fútbol, que tan mal dirigen el deporte de las patadas en México y como Maximiliano en su oportunidad llegó con la intención de conquistar la nación del nopal y las tunas, pero salió espinado, pues halló solo un despapaye en la administración y manejo del balompié por parte de unas personas que solo quieren seguir con el pingüe negocio de hacer billetes y no futbolistas. Se encontró Sven Goran a unos jugadores con "estrellitis", mediocres, incapaces y perdedores. Ahora viene como moderno Quetzalcóatl, Javier Aguirre a tomar las riendas de un buey que está en el barranco de las malas actitudes. Si México es un país en crisis es porque tiene pobladores como los jugadores mexicanos de fútbol. Han matado la única esperanza y sueño --guajiro, pero alfin sueño-- que tiene el pueblo azteca: llegar al mundial. Cuídense amigos y cuidado allá afuera, andan matando a balazos.

2 comentarios:

abud.anuar dijo...

Ricardo, que infortunada noticia te saco de tus vacaciones, pe3ro para el periodista profesional como tu no hay de3scando, comparto toalmente tus opiniones al respecto de la inseguridad, creo que hay una evidente falta de responsabilidad por parte del C. Presidente y del C. Sindico, quienes deberían de erogar para dotar de patrullas, chalecos, uniformes y entretanmiento táctico al cuerpo de policia municipal, sobre todo son ellos quienes deberian de ser los primeros en denunciar la impunidad del caso y exigir el esclarecimiento de los hechos. no los oigo.

Anónimo dijo...

por cierto que el Policía caído no fue atendido en El Hopspital de Salubridad que disque porque no tenían lo necesario ( le zacatearon al parche) Médico cura pedos y cura cacas, no dice nuestro gobernador que todos los hospitales de la secretaría están completos, puras habas, espero sea publicado este comentario y que los directivos tomen cartas en el asunto