24 octubre 2009

UNA NOTA SOBRE EL FALLECIMIENTO DEL PADRE GUEREÑA, QUE VIVIO EN ACAPONETA‏

¡¡¡Padre Ramon Guereña: Pasaste por el mundo haciendo el bien a Todos !!!




Por Juan J. Gaspar G.



La mañana del 9 de Septiembre, del 2009 que cursa, el Padre Ramón Guereña Álvarez partió con tranquilidad a la Casa del Rey…nadie lo pudo ver en las ultimas horas previas a su lamentable fallecimiento, solamente Doña Virginia, la señora encargada de asear la casa y las siempre inmaculadas y fragantes ropas que el santo cura vestía, en sus múltiples tareas como Pastor principal de esa comunidad religiosa tan unida y organizada de la Colonia Los Fresnos…La Iglesia de Santa María Goretti, en la Cd. de Tepic, Nayarit. A sus más de ochenta años de vida y poco más de cincuenta de labor pastoral, este aguerrido y estoico prelado dejó la imborrable huella de sus pies sobre lodosos caminos, llevando la comunión a sus enfermos, los pobres labriegos que morían con la esperanza de la resurrección, como él tanto lo decía en aquellas prolongadísimas misas que yo escuchaba desde niño…El impacto de sus pasos por el mundo también dejó en el eco de sus fuertes pisadas, aliento y esperanza para los miles de cautivos, que alcanzaron la paz y el acercamiento a Dios, llorando arrepentidos y mirando hacia el cielo, tras las rejas.
Aquella era una mañana distinta, parecía que con la fuerza de un vendaval, el nido de golondrinas que adornaba la entrada a su pequeña alcoba, se había quedado así, de pronto, vacío… Las flores, las hermosas flores que regiamente adornaban el corredor y el pequeño alféizar de su ventana, aun estaban intactas, frescas y espigadas… Sin embargo, un profundo y penetrante olor a copal, cubría con distintas fragancias la esencia de sus dulces y enervantes olores…Ninguna de las gentes que habia ido a visitarlo durante su apacible, pero aletargada agonía, pudo haberse imaginado que, esa mañana, apenas a unas cuantas horas de iniciarse el dia, enmedio de la sombras y el silencio, brotara, descomunal y violento un fuerte viento que, elevándose desde la blanquecina y húmeda superficie de su lecho de muerte, abriera con fuerza el pequeño portal de su cuarto, sacudiera violentamente todo lo que había en aquel largo pasadizo y se diseminara en el espacio abierto bajo la forma de un gigantesco torbellino, que se perdió a lo lejos, sin que nadie lo notara… Hacía algunos años, había llegado Don Ramón Guereña a la Parroquia de Santa María Goretti, movido más que por una transitoria decisión episcopal, por esa extraña fuerza que lo trajo desde Las Peñas, Jalisco, su pueblo natal, a caminar por el mundo, para llamar a Ricos y Pobres, Justos y Penitentes, Libres y Cautivos a construir un mundo de Paz, Amor y Libertad… Él mismo dijo: “Qué bueno que el Santo Padre ordenó mi reubicación”…y es que en Jalisquillo había trabajado bastantes años que él mismo reconocio que se había atrasado mucho en su desarrollo académico y tal vez también en su trabajo pastoral…Comentaba, a menudo, que después de tanto tiempo la feligresía católica de Xalisco, Nay. ya se sabía de memoria todos sus sermones y no quería que por seguir aferrado a los barandales de un templo: "Este poblado tan tradicionalista se fuese a llenar de mormones y atalayos, de esos que, ahhh…como le tiran a la Iglesia". Con esa sencillez y claridad hablaba siempre Él… ¡La gente lo recuerda tanto! Cada que las campanas de la Iglesia se estremecen en sonoro y rítmico tañido, la gente solo mira allá, a lo lejos, una fuerte tolvanera que levanta cantidades enormes de polvo y de basura… Qué lindas se ven las calles de Los Fresnos!, bien barriditas, asi como el Padrecito decía, que habían de estar…

No hay comentarios: