26 noviembre 2009

SALA DE LECTURA AL AIRE LIBRE




Por: Blanca León


Hoy quiero contarles, un día que estaba en la plazuela de Tecuala al oscurecer, apagaron las luces, esperé mucho tiempo pero no reconectaron; en el otro extremo, pasaban una pelicula para promocionar un banco, y para facilitarlo,hicieron eso. Me fuí a casa, aunque ese día si asistieron mis niños. Falté dos martes mas, uno, por desánimo, el segundo demasiado cansansio, exceso de trabajo en la cooperativa. Ayer, animada, comprometida por las porras de mi amigo Juan Gaspar,agarré mis libro y fuí. Me instalé; la caída del sol ha cambiado y ahora oscurece en cuanto llego aunque es la misma hora; previendo eso, me situé en otra banca de la plazuela donde diera bien la luz de las lámparas; puse mis libros sobre la banca. Mi amiga que siempre llega antes que yo, porque ahí espera la hora de irse a clases de computo, vino a saludarme. Ayer se llevó un libro para casa. Llegaron mis niños, de ellos quiero comentarles; en realidad son una familia,luego concluyo cuantos son mientras les cuento, los cuento, jajaja.Son dos mayorcitos, el niño, se clava a leer en cuanto agarra un libro,esta leyendo el mismo pero ya lo ha terminado, tengo que conseguir otro que pueda interesarle, pues tengo muy pocos libros para niños. Su hermanita, se concentra con mas dificultad, pero a poco, se adentra en el libro. Les sigue un hermano, con un año menos, supongo. Este no lee, es demasiado distraído, ni siquiera una plática o que yo le lea lo detiene, mira siempre alrededor y tiene la "gentileza" de mover la cabeza para aparentar que me oye, cuando voltéo hacia el. Van tres. Hay un chiquillo más, todo mugre el, de pies a cabeza, a ver si hago que se lave las manos cuando viene a los libros. En otra ocasión, les leí a el y a su hermano el distraído,un cuento. Hoy lo tomó y me dijo, éste; recordaba detalles del cuento; hoy, se lo leí cuatro veces. En alguna de esas ocasiones, le pedí que terminara el las frases, o que me contara el que decia el cuento, viendo las imágenes. Si participó. Se llama Sebastián. Su madre carga un bebé a la cadera, tengo la impresión de que me falta conocer a otro mas. Su madre es indígena venida de la sierra del Nayar, viven con un padrastro, gran hombre ha de ser, admitiendo tanta familia , cosa que no se ve mucho ya por aqui. Ruego mucho a Dios que nuestros encuentros germinen positivamente,y se que así debe ser. Por lo pronto, yo creo que me aprenderé de memoria el cuento del Vampirito Policarpo, que se creía apache y se enamoró de una cotorrita pero terminó dejándolo todo por irse a aprender de los libros del señor búho, de tanto leérselo a Sebastián.Bueno, tuve SIETE niños lectores, y tres adultos, dos libros para llevar a casa. Fue buen día.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi admiración total y sincera a su Labor Blanca León, hoy tuve el gusto de conocerla gracias a este blog creo que la educación y la lectura pueden llevar a una persona y al pais entero a la superación. Mi himilde admiración desde Guadalajara Jalisco.

Respetuosamente:
Q.F.B. Efraín González M.

Blanca dijo...

Lamento mucho que Ricardo haya puesto mi fotografía, naturalmente, no me pidió permiso,soy enemiga de mis fotos, je.
Gracias por sus palabras, Efraín González, Q.F.B. como lo será mi hija un día; ya lo he leído en otras ocasiones, en que muestra interés por Acaponeta y sus problemas. Hasta pronto.

Anónimo dijo...

Sra. Blanca, igual que el comentario anterior, este tambiém tiene el propósito de felicitarle, reconocerle y sobre todo que me incluya entre su grupo de admiradores, todos sabemos que no es tarea facil el fomento de la lectura en un ambiente que es cada vez menos proclive a ello, pero sepa que su tarea es un aporte significativo para la vida de esas personas que la rodean. UN ABRAZO enorme desde Girona España.
Rocío López

Blanca dijo...

Rocío, NAMASTE.
Ya no te he leído, ¿para cuando nos mandas algo?
Muy agradecida por tu atención, en verdad.