Por Juan J. Gaspar G.
LUCHANDO POR LA LEGALIZACION.
De pronto, todos se empezaron a quitar los zapatos. Primero los pequeños, que como de costumbre no se preocuparon por estar en una iglesia; una vez que agarraron confianza, los más grandecitos también. Para todos, los Reyes Magos dejaron dulces y un mensaje claro: queremos una reforma migratoria.
Durante la tarde del 5 de enero, decenas de niños y jóvenes acudieron al templo de San Marcelino, en la ciudad de Commerce,CA., para pedir su deseo a los Reyes Magos. Y en esta ocasión no pidieron muñecas, carritos o juegos de video, sino la aprobacion de una ley que permita a sus padres quedarse con ellos en el país que los vio nacer.
Así que fila tras fila, familias enteras se sumaron a la petición; entre ellos, la familia Cebreros.
"Venimos para apoyar la reforma migratoria porque todos hacemos la voz; si queremos lograr algo debemos estar unidos como comunidad", comentaba Patricia, la madre del clan, mientras Amber, su hija más pequeña, acomodaba sus zapatos.
Por ella y por su esposo, sus cinco hijos entre los 5 y los 18 años de edad estaban ahí. Los chicos son ciudadanos estadounidenses, pero sus padres no. La separación familiar, como en el caso de cientos de miles de familias en el paií, se ciñe con frecuencia como una sombra.
Rubí, una de las hijas de Patricia, sabe que otros jóvenes como ella están en una situación aun peor. "Yo tengo amigos que no nacieron aquí, sino en otros países, y no van a poder ir a la escuela o tener un empleo. No es justo", señaló.
Y mientras los Reyes Magos Melchor, Gaspar y Baltazar recorrían el pasillo del templo dejando bolsas con dulces dentro de los zapatitos, el mensaje, escrito en cada bolsita, se repetía sin cesar: "Educación", "Reforma Migratoria en 2010"; "Unidad Familiar"; Oportunidad".
"Hace siete años que deportaron a mi papá", relataba a los presentes Thalia Castillo, de 18 años. "Yo le preguntaba a mi mamá que porqué se iba mi papá, porque lo primero que pensé fue que ya no nos quería. Pero lo más duro ha sido explicárselo a mi hermanito que tenía siete meses de nacido. La primera vez que me preguntó qué cuándo iba a regresar mi papá yo empece a llorar", agregó la joven. "No es justo separar a las familias de esta manera".
"La de los Reyes Magos es una tradición que nos llegó desde Europa", explicó Humberto Ramos, Director de Vida Parroquial en la San Marcelino. "El muñeco escondido en la rosca representa al Niño Dios que tuvo que esconderse para salir de Belén y ocultarse en Egipto. Asi se encuentran aquellos escondidos en las sombras de nuestra sociedad por no tener papeles".
"Hoy los niños vuelven a dejar su zapato porque necesitan el regalo de la vida", dijo en el pequeño púlpito, Angélica Salas, Directora de la Coalición de Los Ángeles por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA). "La vida no es solo respirar; es estar con su familia y poder gozar de las oportunidades que se merecen. Y ellos necesitan este regalo".
Terminada la ceremonia, Father Lugo, el apreciadísimo Padre Chuy, nos da la bendición, para seguir organizadamente, camino de la Lucha por la Legalización...
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